Informa La Diaria
de hoy miércoles 9 de septiembre que ayer, martes 8, el ministro de Relaciones
Exteriores del Gobierno uruguayo, dictó una conferencia que estaba pautada con
anterioridad en el estudio jurídico Posadas, Posadas y Vecino, en Montevideo.1
La nota está firmada por el periodista Ricardo Scagliola quien –tras referir
que la definición de Vázquez este lunes que pasó, y acorde con la resolución
del plenario del Frente Amplio que culminó el domingo 6– escribió que desató «elogios
del mundo sindical y diatribas de las cámaras empresariales, que ayer [martes
8] emitieron sendos pronunciamientos en forma de comunicados de prensa»:
En
medio de estos realineamientos, y en una tribuna generalmente hostil a la
izquierda, el canciller no ocultó ayer su frustración con la salida de Uruguay
de las negociaciones del TISA. Lo hizo sobre el final de su exposición,
mientras reunía los papeles dispersos de su discurso sobre el atril de madera
oscura desde el que reseñó las principales líneas que, a su entender,
configuran la estrategia idónea para la política exterior uruguaya. «A nosotros
nos parece que lo que pasó el domingo, el fin de semana, no es bueno para
Uruguay», lanzó. Fue la forma que eligió para aludir al retiro del país de las
conversaciones y responsabilizar al pronunciamiento de su partido como el
primer y fundamental desencadenante de la decisión que el Consejo de Ministros
terminó de cristalizar al día siguiente.
Visiblemente
molesto, Nin cerró la tranquera a las consultas. «Todas las preguntas que me
puedan hacer sobre el TISA las voy a contestar en la interpelación que me van a
hacer aquellos que están de acuerdo conmigo», dijo. La respuesta del auditorio
llegó en forma de risotadas, sonrisas y comentarios por lo bajo. El canciller
transmitía así una amarga queja por la salida de una negociación plurilateral
que el domingo recibió una inyección letal de desconfianza por parte del
Plenario del Frente Amplio […].
¿Sin Novoa o con Novoa?: una prueba de fuego
Entre los senadores que lo interpelarán «que –dijo Nin– están
de acuerdo conmigo» estará Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, junto con
Pedro Bordaberry, Colorado, y Pablo Mieres, del Independiente. Es probable que si
no todos –como los empresarios frente a quienes disertó Nin Novoa– la mayoría
deseosos de integrar el país al TISA. Bordaberry aseguró que eso lo quiere 70 %
de los uruguayos.2 ¿Cuántos entre los cuatro o cinco millones de
uruguayos que habitan tanto en la América del Sur como en territorios lejanos
que pisa la diáspora creerán en serio que podrán resultar “definitivamente”
beneficiados (no sólo mientras duren las obras de arquitectura e ingeniería y
mantenimiento), de “proyectos” como el de ahora “ciudad de la salud”3?
Luis Lacalle Pou anteayer, lunes 7 de septiembre, ante la
situación, manifestó categórico: «Queda claro que Vázquez no manda, que no
ejerce la autoridad»4.
Danilo Astori, ministro de Economía y Finanzas, líder de la agrupación Frente Líber Seregni que respaldaba las conversaciones en el TISA, tras los acontecimientos de los últimos días
manifestó: «Creo que el presidente resolvió hacer una consulta al Plenario
porque percibió una división muy grande de opiniones en un escenario de
escasísima información. Yo estoy de acuerdo en que el presidente haya
involucrado a la fuerza política en una decisión de este tipo. No era ni es una
decisión fácil cuando las aguas están tan divididas y la información es tan
escasa y mala».
No es lo mismo oportunidad que oportunismo.
Notas:
2 Véase mi entrada anterior: http://gervasioespinosanotas.blogspot.com.ar/2015/09/america-del-sur-bifurcaciones.html
4 Ídem nota 2
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