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domingo, 22 de febrero de 2015

Nuevamente el caso Nisman. Así lo veo yo, no como lo ve Ana Jerozolimski


Montevideo portal, en Internet, es un medio de información muy consultado. Tal pasa con diarios sobre papel como El País, en Uruguay, o Clarín en Argentina. Son medios que actúan e intermedian en la formación de consensos de opinión, en la estructuración ideológica, en el pensamiento y, también, en la inducción de “consumos sociales” de ciertas mercancías no totalmente “intangibles”: las ideas y sus objetos correlativos. En Montevideo portal actúa como columnista (“Así lo veo yo”) una uruguaya residente en Israel desde 1979: Ana Jerozolimski (en otras latitudes llamada Jana Beris1), también redactora responsable de Semanario Hebreo, que se edita en la capital uruguaya.

Introducción

Veamos, antes de abordar la cuestión principal, que no son inocuos algunos conceptos sobre los acervos culturales, y muy difundidos con el auge del neoliberalismo, que presumen como esencial para aquellos la condición de mercancías que, claro, se entienden como producidas por “industrias culturales”. Todo ello suena brillante y a jerga inteligente, de especialistas. Así el libro o la revista en papel o electrónico, el disco compacto, el filme en DVD, la radio, los diarios o la TV son productos comerciables que –en parangón con los organismos vivos genéticamente modificados– replican, enriquecen o ponen en crisis ideas políticas, morales, científicas y artísticas que han venido durante milenios desarrollando los pueblos: la humanidad.

El truco ideológico es sencillo. En rigor es el mismo con el que ciertas empresas “patentan” una especie biológica a partir de que en alguno de sus caracteres la han modificado mediante ingeniería: por ejemplo las semillas de vegetales convertidas en resistentes a herbicidas que como efecto “colateral” mutilan la naturaleza. El truco lo que hace es emular la privatización (de la fertilidad de) la tierra, es decir “separarnos” privándonos de identidad y alimento, extorsionándonos con la soledad y el hambre. Sin duda acciones mafiosas. Así, también, nos privan del conocimiento y el análisis crítico: es el papel que juegan agencias productoras y distribuidoras de “bienes culturales”, sean mass media, cadenas editoriales o minúsculas réplicas cuentapropistas y mercenarias.

El complejo industrial militar y sus aparatos culturales, sean propios o se presten

En el mundo se está desarrollando una continuación de la otrora llamada guerra fría. Ahora es una guerra cultural y tóxica: no es una limpia batalla de ideas. En este marco se desarrollan los “golpes blandos” que tan bien caracteriza Guillermo Almeyra en el artículo que precede al presente.

El portal de Internet al que aludimos en el inicio ha publicado en la columna de la uruguaya-israelí Ana Jerozolimski, con el título “Experto advierte sobre peligro terrorista”2, un reportaje a Ely Karmon, investigador en el Instituto Interdisciplinario “Hertzlia” –que en otras publicaciones aparece como Herzliya–, un centro académico en las afueras de Tel Aviv sobre el que Thierry Meyssan3 –presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace– afirma que «es una universidad laica privada que desempeña un papel central en la vida política israelí», y que dispone de dos centros de investigación, uno de Contraterrorismo y otro de Política y Estrategia, ambos respectivamente dirigidos (al menos a principios de 2007) por Shabtai Shayit y Uzi Arad, el primero ex director del Mossad y el segundo ex subdirector.

En primer lugar lo que cualquiera de nosotros le preguntaría a Karmon, sabiendo de antemano que eludiría la respuesta o la envolvería en circunloquios, es si él comparte la caracterización de terroristas de las acciones de Israel contra el pueblo palestino.

Pero la primera pregunta de Ana Jerozolimski fue otra:

Dr. Karmon, el Fiscal Nisman había acusado directa y categóricamente a Irán y Hizbalá por el atentado contra la AMIA. Recientemente, lanzó duras acusaciones a la propia Presidenta argentina sobre un plan ilegal de encubrimiento del rol iraní. Usted, que escribe a menudo sobre el papel de Irán en el terrorismo en diferentes partes del mundo ¿qué sintió cuando se enteró de la muerte de Nisman?

Karmon respondió (según tradujo Jerozolimski):

Ante todo, cuando pocos días antes de la muerte del Fiscal Nisman, recibí los resúmenes (uno amplio y otro más reducido) de las acusaciones que él lanzaba contra la Presidenta, me dije: “Esto es como una bomba atómica para Argentina”. Pensé que eso iba a conducir a un terremoto en el país ya que se estaba acusando a la Presidenta de una actitud criminal. También pensé que eso ponía a Nisman en peligro, pero la verdad es que no me imaginé que un día antes de su presentación ante el Congreso, iba a ser asesinado.4

Precisiones preocupantes

El experto Ely Karmon, un especialista en temas de inteligencia y contraterrorismo que actúa en centros de investigación y formación vinculados a los servicios secretos de su país –si no directamente de manera tangencial–, ha afirmado categóricamente dos cosas: una es que da por ciertas las denuncias del fallecido Alberto Nisman, otra que Nisman “iba a ser asesinado”. Otro entrevistado por Jerozolimski, esta vez  ella con el nombre Jana Beris, y para La Nación de Buenos Aires, el experto Ronen Bergman afirmó estar «convencido de que al fiscal de la causa AMIA, al que conoció en 2007 en Israel, lo mataron; [y] apuntó a “elementos argentinos”».  Lo que en Argentina y buena parte del mundo produjo “un terremoto”, tal definió Karmon, es la asociación entre la denuncia y la muerte de Nisman: no alguno de los eventos por separado sino vinculados los dos.

Las afirmaciones de personas ligadas a los servicios secretos de uno de los dos países con sumo interés en la definición de la investigación con una orientación preestablecida, y que mediando simples asociaciones nos llevan a comprender la funcionalidad de ambos sucesos, el carácter de la denuncia y la muerte del denunciante, alertan sobre nuevos riesgos. No en vano en la misma entrevista arguye Karmon que la posibilidad de hechos terroristas en Suramérica se potencia por las relaciones político-diplomáticas entre Venezuela e Irán.

Estas precisiones nos retrotraen a otras de hace un año atrás. En enero de 2014, publicó entre otros el diario argentino Perfil, que quien fuera embajador en Buenos Aires del Estado de Israel, Itzhak Aviran, había revelado que «“la gran mayoría de los culpables” del atentado a la sede diplomática y a la AMIA, en 1992 y 1994 respectivamente, fueron ejecutados por Israel. Así, el ex funcionario confirmó y amplió la información que Perfil adelantó en marzo de 2010, cuando entrevistó al por entonces embajador Daniel Gazit, quien habría sostenido que Israel “había dado cuenta” de los autores materiales del ataque a la mutual israelita».5 La redacción de la nota, obsérvese, exhibe un lapsus línguae cuando emplea el modo condicional del verbo al decir que en marzo de 2010 Gazit «habría sostenido»… ¿Sostuvo o no sostuvo ante el reportero, o es que el embajador dijo que “Israel había dado cuenta” y tras cartón también “dijo que no dijo”? 

Las expresiones de Aviran a principios de 2014 generaron interrogantes en el Gobierno argentino que fueron trasladados al de Tel Aviv, el que rápidamente desestimó aquellas afirmaciones que podían dar pie a complicadas especulaciones, más aún luego de las muchas dudas existentes sobre los sucesos del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington. El Gobierno israelí calificó de “puras fantasías” los dichos del ex embajador.

Itzhak Aviran se retiró de la embajada en Buenos Aires en el año 2000 –había asumido la representación en 1993–, y poco después, se dijo, se jubiló, quizá con sesenta y tantos años. Hemos procurado encontrar información biográfica de él, especialmente sobre su fecha de nacimiento, pero el dato parece estar firmemente guardado o, el nombre y apellido con los que lo conocimos no es más que un alias o nom de guerre, y no tuvieron la precaución de inventarle una historia de vida. De todas maneras ahora el israelí puede estar rondando los ochenta años y, si no padece alzhéimer, para una persona con la ejercitación intelectual que ha tenido es una edad que no necesariamente supone pérdida de lucidez.  

Estar alertas

El cuadro, así, es para estar atentos. Recuerdo cuando hace muchos años a un amigo que había montado un taller de herrería, en un barrio modesto y de calles sin pavimentar, lo visitó el promotor de una “asociación cooperadora policial” y experto en cuestiones de choreo7 con el objetivo de que colaborara con una cuota mensual. Como el amigo le manifestó que no podía porque tenía muchas deudas, el “experto” golpeó con el puño una pared de chapas y dijo: “esto es muy débil… cualquier noche te pueden afanar”.




Notas:
1 Con este nombre –Jana Beris–, por ejemplo, firma como corresponsal en Tel Aviv del diario de Buenos Aires La Nación. Entre sus últimas notas hay otra entrevista a un experto en inteligencia israelí, Ronen Bergman, quien según el copete afirma «está convencido de que al fiscal de la causa AMIA, al que conoció en 2007 en Israel, lo mataron; [y] apuntó a “elementos argentinos”». Véase http://www.lanacion.com.ar/1763157-ronen-bergman-no-creo-en-absoluto-que-nisman-se-haya-suicidado
2 El mismo reportaje de Ana Jerozolimski (Jana Beris) publicado en Montevideo portal lo fue también en  Semanario Hebreo y, tomado de éste, por lo menos replicado en la revista digital de la organización mexicana “Por Israel”, asociada a Diario Judío (diariojudio.com, diario de la vida judía en méxico y el mundo) y financiada por la empresa de archivo y transmisión cibernética IDF Link. Global. Social. Viral (http://idflink.com/).
3 Meyssan es autor de La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación, Monte Ávila Editores, 2008.
4 Véase http://columnistas.montevideo.com.uy/uc_301303_1.html  El destaque con bastardillas es mío.
6 Las opiniones sobre ItzhakAviran de Diana Malamud (familiar de víctimas de la AMIA) y de Herman Schiller (periodista) en el año 2000. Véanse en http://www.pagina12.com.ar/2000/00-08/00-08-27/pag19.htm:
Por Diana Malamud *.
“Por la complicidad”
La gestión de Avirán consistió en darle incondicional apoyo al juez Galeano y a las querellas de la AMIA y la DAIA. El trató siempre que nos unamos a esas instituciones, pero prácticamente subordinándonos a ellas. En otras palabras, Avirán respaldó todo el tiempo la no-investigación. Tenía un discurso que parecía de reclamo, pero siempre estuvo al lado de los que en este caso significaron el encubrimiento y la complicidad de una investigación vergonzosa. En lo personal, yo esperaba que el Estado de Israel y sus representantes hicieran algo para encontrar a los culpables, pero Israel no colaboró nada. Wilson Dos Santos estuvo en el consulado israelí en Milán dos semanas antes del atentado y fue interrogado durante cinco horas. En privado, ahora dicen que no le prestaron atención supuestamente porque no les prestan atención a todos los locos que aparecen. Sin embargo, Dos Santos tenía muchos detalles y mucha información, que hasta el día de hoy Israel no quiere revelar. Me parece una vergüenza. 
* Memoria Activa.
Por Herman Schiller *.
“La pata judía”
El embajador Avirán, que una vez apareció por televisión haciendo propaganda para la campaña electoral de Eduardo Duhalde, fue la pata judía del menemismo, priorizando las relaciones comerciales -.de Israel y las propias–, defecándose en la lucha por la justicia después de los pogroms de la AMIA y la embajada. Estuvo más cerca de Anillaco que de la clase obrera israelí y de la farándula corrupta del entorno gubernamental que de los familiares que buscan a los asesinos de sus seres queridos. Además hizo la apología de la tortura y combatió a quienes, en el frente interno judío, luchamos por un judaísmo alternativo, lejos del poder. Cuando cayó el Banco Mayo fue a interesarse por él ante las autoridades. Obviamente nunca se interesó por los miles de judíos pobres que, igual que los no judíos pobres, son víctimas del modelo de ajuste neoliberal.
* Periodista.
7 Hurto o robo, en la jerga popular bonaerense.

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