Así es, pido disculpas por no aparecer regularmente con una
nota nueva o alguna otra traída a través del tiempo. Pido disculpas y pido
también que me escriban, que me cuenten quiénes son ustedes, lectores en países
lejanos o cercanos, pero paisanos, siempre paisanos.
gervasioespinosa@hotmail.com
Notas y comentarios de actualidad política y social rioplatense y latinoamericana, por Gervasio Espinosa (contactos y correspondencia, exclusivamente: blogansinaes@gmail.com).
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viernes, 30 de marzo de 2012
Ansina es
A menos de dos kilómetros de la casa donde vivimos en la Provincia
de Buenos Aires, y a poco más de cuarenta de ambos Palacios de las Leyes, el legislativo
y el judicial, la semana pasada se desencadenó un drama tremendo. Una mujer de
treinta y ocho años de edad, madre desde los veinte y de cinco hijos, con
domicilio en una humilde vivienda cercana a un arroyo pestilente, separada desde hace algo más o menos un año y
medio del que fuera su marido, probablemente desazonada, angustiada, atormentada
y consecuentemente incapacitada para reflexionar, se autoindujo un aborto con
fármacos en el séptimo mes de un embarazo no deseado. Ya lo había intentado
antes, se supo luego.
La información fue difundida por las secciones policiales de
diarios, radios y televisión con sutiles títulos como “Madre asesina a bebé recién nacido”. Se dijo que una hermana la
halló en tal estado de descompensación que la trasladó en un auto de alquiler al
hospital materno infantil cercano donde, percatado el personal médico que la
mujer presentaba indicios de un parto reciente y de gran confusión, informó y
reclamó colaboración de agentes de la policía.
Llegado estos al domicilio encontraron, envuelto en una
frazada y en el cuarto de baño, el cuerpecito de una niña que nacida viva
prematuramente había sido muerta por asfixia y profundas heridas punzantes producidas
con una tijera de costura.
Pobre mujer, pobres sus hijos… Tal cual se propone en
proyectos parlamentarios en varios países, entre ellos Uruguay y Argentina, y
tal se practica en otros, por caso en Cuba, evitarían dramas como el de nuestra
vecina acciones médicas realizadas en el tiempo y las formas adecuadas cada vez
que una mujer manifestara su voluntad en ese sentido.
Modorra
En los días que han pasado me invadieron inesperadas
modorras y hoy descubro lo que me parece es la razón principal: ciertas lecturas.
Se lo dije a mi compañera que ayer me preguntaba qué era lo que me pasaba: es
que me aburre el tratamiento que se hace de los sucesos que ocurren. Esta
mañana me la he pasado trabajando con textos ajenos por encargo de una
editorial, y no me he dormido aun siendo esos textos más inútiles que útiles y
más mal escritos que bien.
Se cuenta que a José Artigas lo acompañaba un negro fiel
compañero de mateadas, de filosas y filosóficas lecturas, de charlas, éxodos y redotas, poeta y músico pero hombre
parco en sus relaciones sociales que invariablemente, cuando le preguntaban por
su identidad, respondía: “Ansina, ansina soy”.
Lo recuerdan calles, plazas, barrios y villas en la
“provincia oriental” de su época. Pero los llamados “motores de búsqueda” no lo
encuentran así nomás a menos que se teclee Joaquín Lencina. Es decir, parece
que desde la irrupción de las “modernas tecnologías de la información y la
comunicación” poco se ha escrito sobre su historia como Ansina. Allí están
Villa Ansina, el barrio Ansina, las esquinas de Ansina y tal o cual, o la
asociación gaucha riverense “Los tizones de Ansina”… pero el propio “Ansina”,
no.
Susana Andrade lo recuerda, ella es líder religiosa y yo
mero agnóstico
http://www.rodelu.net/sandrade/sandrade070.html.
También Gonzalo Abella, que en Artigas,
el resplandor desconocido lo califica un “veterano sabio” http://calameo.com/books/000030851874ae22e148d.
Ansina es, Ansina: me entristecen y me aburren la soberbia,
la hipocresía y la estupidez.
Gervasio Espinosa (30 de marzo de 2012)
viernes, 23 de marzo de 2012
De Samuel Blixen: Ubicarlos, para después difundirlos. Los archivos de la infamia existen
(Samuel Blixen,
periodista uruguayo, es autor de la nota publicada en 2006 por la revista
montevideana Brecha. En esta semana
de conmemoración por la instauración absoluta, también en Argentina, del Plan Cóndor
en marzo de 1976, hace 36 años, es apropiado volver a esta lectura.)
La afirmación de que no existen archivos sobre los crímenes
de la dictadura –que las inefables “fuentes militares” recurrentemente susurran
a sus complacientes corresponsales– es parcialmente cierta. No existe un
archivo, existen varios. Cada atrocidad era puntualmente consignada y cada
papel escrito era duplicado, triplicado, multiplicado tantas veces como
responsables hubieran participado.
La evidencia de esa práctica me tomó por sorpresa en enero
de 1993 cuando, al mes de haber sido descubierto el llamado “archivo del
terror” de la dictadura paraguaya, con el entonces diputado Hugo Cores
destinamos horas y horas, en el despacho de un juez en Asunción, a revisar la
montaña de documentos en busca de pistas sobre uruguayos desaparecidos en el
exterior. Irónicamente, nos había convocado para esa tarea la información sobre
una desaparición no registrada, de un uruguayo no conocido, cuyo documento de
identidad apareció en el cajón del escritorio de uno de los más sanguinarios
policías de Alfredo Stroessner. Resultó ser un documento falso para encubrir la
identidad de uno de los traidores del MLN, responsable de cientos de
detenciones de prisioneros torturados. Mario Píriz Budes, el “Tino”, estaba
oculto en Asunción desde que, en combinación con los militares, fraguó una
“fuga” que le permitió abandonar Uruguay para continuar en Paraguay su oficio
de soplón.
La inspección del archivo permitió, además de las pruebas
sobre la coordinación represiva y el surgimiento del Plan Cóndor, descubrir
elementos clave sobre la suerte de otros dos uruguayos desaparecidos, Gustavo
Insaurralde y Nelson Santana, detenidos en Asunción en marzo de 1977. Los
documentos, con sus fichas y fotos, reproducían los interrogatorios a que
fueron sometidos bajo la dirección del entonces capitán Carlos Calcagno,
representante uruguayo del Cóndor en Asunción. De los textos surgían las
pruebas de las torturas que sufrieron y las órdenes de aumentar los castigos;
también se consignaba el “recibo” de entrega de los detenidos a la tripulación
de un avión argentino. La exactitud de la matrícula (los nombres de los pilotos
eran alias) permitió identificar el avión: era el del comandante de la Armada,
Emilio Massera.
El contenido de aquellos documentos, que probaban la
existencia del Cóndor (uruguayos detenidos en Paraguay, interrogados por
oficiales uruguayos y después trasladados a Argentina por oficiales
argentinos), no era una excepción. El 90 por ciento del “archivo del terror”
era la meticulosa historia de 40 años de represión y crímenes. Cada episodio,
contado con ese particular estilo de parte policial, no olvidaba puntualizar el
origen de la orden, fecha, cargo, nombre: “En cumplimiento de las órdenes
impartidas por usted, señor comisario, hemos dado muerte a fulano”. Y así a lo
largo de la escala jerárquica, jefe de policía, ministro, hasta llegar al
presidente.
¿Por qué se repetía, una y otra vez, la confesión de la
culpa socializada? ¿Por qué el mandamás no expurgaba esas carpetas que lo incriminaban?
Porque el compromiso de silencio se cimentaba precisamente en la multiplicación
de copias, el reaseguro de cada involucrado para evitar ser el chivo
expiatorio. Esa lógica fue la que operó en 1986 cuando el mayor José Nino
Gavazzo –cuyo nombre se repetía en la mayoría de las denuncias presentadas ante
la justicia por violaciones a los derechos humanos– anunció públicamente que si
él era condenado entonces comenzaría a hablar. La sola palabra de Gavazzo,
incriminando a sus compañeros, pero fundamentalmente a sus superiores, sólo
podía tener efecto si se cimentaba en pruebas, en documentos. La amenaza fue
tan poderosa que no sólo ayudó a instalar la impunidad legal con la ley de
caducidad, sino que afianzó la omertá
hasta estos días en que los interrogatorios judiciales los llevan a incurrir en
contradicciones y acusarse mutuamente.
La eliminación de los archivos es una acción inoperante. Los
terroristas de Estado saben que siempre habrá un duplicado. El quid de la
cuestión reside en mantenerlos bien ocultos y en afianzar la complicidad. Es el
mismo axioma que llevaba a los militares en los cuarteles a reclamar la
participación de todos en las sesiones de tortura; todos, oficiales y tropa,
debían mancharse con sangre para consolidar la impunidad. Aunque
parezca una broma, quien se negaba era degradado, deshonrado; hasta tal punto
llegaba la inversión de los valores.
Hay informaciones relevantes sobre la existencia de
“archivos particulares” en bancos europeos, en cuentas secretas. Por ejemplo,
documentación sobre las atrocidades nazis; documentación sobre la Escuela de
Mecánica de la Armada, que algunos marinos particularmente involucrados en
aquel horror pusieron a recaudo. Hay episodios que demuestran cómo las pruebas,
aunque parezca un contrasentido, no se destruyen, por el contrario, se
comparten. Esa es la enseñanza de las fotos y videos sobre las torturas en la
cárcel de Abu Gjraib, en Irak, o sobre las condiciones de los prisioneros en
Guantánamo, que dejan en evidencia al gobierno del señor Bush cada vez que
ensaya un desmentido.
La batalla es por ubicar los archivos, y por abrirlos.
Amnistía Internacional acaba de difundir un informe sobre el desastre de los
archivos españoles que guardan los secretos de la guerra civil y de la
dictadura de Franco. Setenta años después, las autoridades nacionales y
provinciales ponen toda clase de obstáculos para el acceso a esos archivos,
mientras se muestran indolentes en su conservación. Lo mismo en nuestro
continente: algunos archivos han sido abiertos en Argentina y en Brasil, pero
otros, como los referidos al DOPS brasileño y a la SIDE argentina (los aparatos
de inteligencia del Estado) siguen siendo inaccesibles.
A veces hay manos anónimas que aportan la pista o abren las
puertas. La abogada argentina María Elba Martínez, querellante ante la justicia
federal por violaciones a los derechos humanos cometidos en Córdoba por el
Tercer Cuerpo de Ejército, recibió en su estudio, en forma anónima, diez cajas
con miles de negativos de fotos tomadas a prisioneros, que aportan elementos
vitales sobre el movimiento de presos políticos en 1976 y 1977, información que
había sido eliminada de los registros policiales.
La misma información anónima permitió a la ministra de
Defensa, Azucena Berrutti, ubicar en un mueble metálico del cuartel de la calle Dante, donde
antes funcionó una dependencia de inteligencia militar, una cantidad no
determinada de rollos de microfilmaciones que contienen documentación sobre las
actividades del Organismo Coordinador de Actividades Antisubversivas (OCOA),
que centralizó la represión política en los años setenta y ochenta.
¿Por qué no habían sido eliminados esos archivos, tal como
se ha afirmado reiteradamente? Porque el OCOA realizaba acciones conjuntas de
la Armada, la Fuerza
Aérea, el Ejército y la Policía. Y la documentación sobre esas acciones
tenía duplicados oficiales para las dependencias de cada una de las fuerzas,
además de las copias “privadas”. No es por casualidad que cuando la justicia
solicita antecedentes a los organismos de inteligencia, la Policía en muchas
oportunidades aporta los documentos solicitados y Defensa no encuentra nunca un
antecedente. Pero la incautación del material microfilmado por parte de la
ministra confirma que no encontrar documentación no implica necesariamente
demostrar que no existe, en especial si quienes administran esos archivos son
partícipes del compromiso del silencio.
El contenido de las microfilmaciones incautadas es todavía
desconocido para la
sociedad. No se ha brindado información y menos aun se ha
permitido el acceso de investigadores y periodistas. El material fue derivado a
la Presidencia de la
República. Cualquiera sea el uso que se le está dando a esa
documentación rescatada, el mantenimiento del secreto o la reserva prolonga la
intención inicial de quienes la escondían. Es evidente que no toda la
documentación elaborada por los aparatos de inteligencia es cierta por el solo
hecho de ser secreta; y menos aun confiable. Todo ello requiere prudencia a la
hora de la divulgación y un criterio sólido para evaluarla. Pero al menos
podríamos conocer en términos generales a qué se refiere la documentación y qué
episodios de la represión están consignados. En el caso de los rollos
incautados, el silencio es absoluto. Al parecer, sólo unos pocos elegidos están
capacitados para entender y administrar esos secretos.
El criterio impone la sospecha de que la batalla por los
archivos no termina con su ubicación, y que su contenido está resguardado por
múltiples candados. Cualesquiera sean los argumentos, nada invalida un
razonamiento de base: eliminar el secreto de los archivos es pulverizar el
acuerdo mafioso de la
omertà. Mantener el
secreto es mantener la complicidad socializada.
Samuel Blixen, en revista Brecha, Montevideo (13 de abril de 2006)
De Emilio Cafassi: Grosera sintonía
(La presente
nota de Emilio Cafassi,
sociólogo rioplatense, profesor titular e
investigador en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos
Aires, ex decano y escritor, fue originalmente publicada el recientemente
pasado 18 de marzo de 2012 por ALAI - América Latina en Movimiento
<http://alainet.org/active/53454>,
y nos pareció conveniente colaborar en su difusión, aun tan modestamente.)
La
llamada etapa de “sintonía fina” con que la Presidenta argentina viene
encarando los primeros pasos de su segundo período, contiene un conjunto de
medidas económicas que, una vez conocidas, en ningún caso podrían adjetivarse
como finura, suavidad o delicadeza. Antes bien, parece un abrupto corrimiento
en el dial que hasta el momento sólo ha encontrado ruido de estática, sin
capacidad alguna de recepción efectiva. En una perspectiva de conjunto, todos
los pasos dados hasta aquí indican una clara dirección que consiste en recortar
el gasto público mediante verdaderos hachazos, con el propósito de alcanzar un
superávit que permita afrontar los vencimientos de la deuda externa del año en
curso. Es una suerte de versión argentina de la “motosierra” de Lacalle con
consecuencias sociales internas y también en el frente externo, lesionando de
este modo pequeñas conquistas de integración regional como el Mercosur.
En
un editorial de fin del año pasado (“El banquete subsidiario argentino”, diario
La República, domingo 18 de diciembre
de 2011) aludí al eslogan de la sintonía centrándome principalmente en la
críptica dinámica política del kirchnerismo, con su consecuente ausencia de
perspectivas, programas y debates. Por entonces, la significación precisa de la
“sintonía fina” resultaba incognoscible aunque la cuestión subsidiaria
comenzara a insinuarse y las inestabilidades del mercado cambiario anunciaran
una incipiente fuga de capitales. También aproveché para realizar una propuesta
puntual (apropiable por cualquier gobierno progresista) respecto a la
redistribución y financiación del costo de los servicios, con especial énfasis
en aquellos domiciliarios por ser de más fácil e inmediata discriminación que
en el caso de los transportes, aunque una política activa al respecto resultara
indispensable. La tragedia ferroviaria de la estación de “Once”, visibilizó aún
más la ineficiencia del gasto público y el descontrol de la utilización de los
subsidios a las empresas privatizadas.
¿Ha
llegado entonces a la orilla occidental del Río de la Plata la crisis
internacional? ¿Se trata de un cambio decisivo en las principales variables
económicas que obligan a un ajuste interno al estilo de los más acuciados
países europeos y a la reducción drástica de las exportaciones? ¿Es la
consecuencia de una falla de cálculo y planificación de la economía? Mi
respuesta a todos estos interrogantes es negativa y reafirma de forma ampliada
la hipótesis planteada en aquel editorial: es el producto de una estafa
electoralista basada en el carácter fiduciario y marketinero de la arquitectura
política burguesa en general y de su descaro en la versión argentina en
particular. Ninguna de las medidas estaba prevista en programa alguno y, en
consecuencia, eran totalmente desconocidas por la ciudadanía electora. Ninguna de
las acciones posibles sobre aspectos de la vida económica y social que hoy
están fuertemente afectadas fue puesta en debate. Algo que en esencia resulta
sintetizable (aún con las inmensas diferencias de cada caso) en un mero
contrato de confianza como el de aquella consigna electoral de Menem de finales
de la década de 1980: “Síganme, no los voy a defraudar”. ¿Cambió entonces la
política neokeynesiana del kirchnerismo por un retorno a la ortodoxia? Tampoco.
Sólo que en los dos últimos años, la economía argentina sufrió desequilibrios
significativos que requerían correcciones que por razones de proximidad y afán
electoralero se pospusieron para aplicarlos ahora de manera abrupta,
improvisada e intempestiva.
Los
datos macroeconómicos del 2011 no modifican raigalmente la tendencia de los
últimos años y las perspectivas para 2012 no hacen prever tampoco
modificaciones graves. El saldo acumulado de la balanza comercial del año
pasado se acercó a los 11 mil millones de dólares, cifra nada despreciable.
Pero descontado el pago de intereses de deuda externa y la remisión de
utilidades por parte de las empresas multinacionales, además de otros flujos de
ingreso y egreso de dólares, la cuenta corriente cerró el año con un superávit
de tan sólo 1.500 millones de dólares. Peor aún fue la resultante del saldo de
entrada y salida de divisas ya que se aceleró la salida de capitales, que
alcanzó unos veinte mil millones de dólares, con consecuente presión
devaluatoria, aunque, contrariamente, el peso se revaluó ya que la intervención
del Banco Central modificó el tipo de cambio en 6,7% para una economía con
inflación superior a 20%, cosa que le hizo perder reservas internacionales por
casi ocho mil millones de dólares.
Como
el presupuesto 2012 presagia una reducción del saldo comercial positivo (8.500
millones de dólares para este período) y se prevé dar continuidad a la correcta
política de desendeudamiento con los organismos internacionales de crédito
(aunque también está previsto el pago de 6.800 millones al sector privado) la
perspectiva es deficitaria, tanto más cuanto persista la fuga de capitales en
moneda extranjera. Por tal razón, a muy grandes rasgos, el paquete de medidas
económicas se basa en:
1. La eliminación de subsidios a los
servicios domiciliarios (agua, gas y luz), aunque con permanencia de la
estructura privada de producción de los servicios y ausencia de control estatal
de su funcionamiento y eficiencia. Las tarifas triplicarán su valor de manera
directa e inmediata.
2. Descentralización y transferencia de
los servicios de transporte a las ciudades o provincias, con idéntico
descontrol de sus prestadores privados y ausencia total de planificación
estratégica en materia de transporte. También con consecuencias de incremento
de precios.
3. Restricción para la adquisición o
transferencia de divisas, que además de a las empresas multinacionales incluyen
a los ciudadanos residentes y turistas, con pautas cada vez más prohibitivas.
4. Limitación drástica de las
importaciones con el consecuente deterioro para los socios del Mercosur y
consecuencias para los usuarios y consumidores.
Un
caso demostrativo de la improvisación y la urgencia, es el del actual debate
por la transferencia del sistema de subterráneos al gobierno de la ciudad de
Buenos Aires con su ulterior negativa a aceptarlo. El gobierno nacional,
forzado por la necesidad de ajustar gastos y
reducir subsidios a su cargo, le transfiere el servicio sin que la
ciudad haya reclamado competencias, subrayando de este modo la ausencia de
políticas en materia de transporte de la región metropolitana. La respuesta del
incompetente Jefe de Gobierno porteño fue un nuevo ajuste que golpeó el
bolsillo de los usuarios, casi en su totalidad trabajadores, aumentando la tarifa. Cualquier
alternativa de gradualidad, complementariedad e integración entre las
diferentes modalidades de transporte, está ausente del debate y de las
perspectivas inmediatas.
La
política de sustitución de importaciones sigue el mismo curso afectando a
actores internos y externos. La desesperada improvisación con la que se ejerce
el control de las importaciones, mediante la exigencia del trámite de licencias
previas de importación y de la presentación de declaraciones juradas tiene un
efecto paralizante en varios sectores de la industria nacional y sobre todo en
el mantenimiento de bienes y artefactos cuyos repuestos tienen origen externo.
Infinidad de automóviles, electrodomésticos e inclusive bienes de capital se
encuentran paralizados a la espera de los repuestos que permitan su reparación.
La sustitución de importaciones no es una política que requiera sólo de
restricciones sino de una planificación de mediano y largo plazo para que la
industria local pueda efectivizar el relevo de los componentes producidos
fronteras afuera. Esta política afecta en primer lugar a los propios ciudadanos
argentinos.
Pero
el mayor problema de esta “salida” es el deterioro del intercambio comercial al
interior del Mercosur y el resto de la región. Si ya, aún como mero rejunte mercantil
pergeñado originalmente por las derechas neoliberales, el Mercosur ha dado muy
escasos pasos tambaleantes, este tipo de políticas unilaterales proteccionistas
no hacen más que incrementar su inestabilidad. Resulta verdaderamente
sorprendente e indignante que habiendo gobiernos progresistas en la región no
puedan darse pasos más firmes. Esta lógica cortoplacista y desesperada, tiene
consecuencias negativas para los socios, especialmente los más pequeños como
Uruguay y Paraguay, que deben salir a buscar mercados extraregionales con éxito
dispar. Utilizar la misma vara política para los ingresos de mercaderías
provenientes del Mercosur que del resto del mundo implica desandar
drásticamente el difícil camino de integración iniciado. Si aún no se pudo
crear una moneda común propia, ni integrar definitivamente a Venezuela, ni dar
impulso al Banco del Sur, al menos resulta indispensable dejar al dólar de lado
y abrir libremente el comercio exterior en el Mercosur, haciendo uso exclusivo
de las monedas locales.
Si
precisamente lo que se pretende es blindar las economías locales respecto al
arrastre de la crisis capitalista en el centro, la unión de los rezagados con
vistas a su propia sustentabilidad y autonomía es un camino mucho más seguro y
factible que los manotazos del encierro en las propias fronteras, sin dejar de
prever sus posibles consecuencias ideológicas chauvinistas.
Esta
sintonía, de tan grosera, sólo podrá encontrar por azar alguna buena estación.
Emilio Cafassi (18 de marzo de 2010)
jueves, 22 de marzo de 2012
Impertinencias, dado el despiporre en el sistema de salud…
Dos cosas básicas. El comentarista, es decir, quien escribe
ahora, se identifica políticamente como comunista. La segunda cosa: también se
identifica como rioplatense, como latinoamericano del sur, suramericano, y,
para más, vecino en ambas bandas del gran estuario a través del cual desembocan
los ríos Paraná y Uruguay en el océano Atlántico.
Ayer, por enésima vez, envió un correo a la dirección
electrónica parlamentaria del senador uruguayo Eduardo Lorier para
invitarlo a leer estas “notas”, previendo que como en casos anteriores podría
no haber respuesta o siquiera acuse de recibo.
Pronto, luego de esa tarea, probó a ver si el Partido
Comunista de Uruguay había actualizado su página web. Le resultó una gratificante alegría encontrar que hacía menos
de un mes se había renovado la información política partidaria. Entonces
redactó y despachó un nuevo correo, saludando a los compañeros de la dirección
y redacción. El sistema cibernético de banda a banda no demoró cinco minutos en
confirmar que la cooperativa que nos provee el servicio de transmisión de datos
en el municipio provinciano occidental había entregado el mensaje a la red
uruguaya estatal Adinet, y que ésta advertía que le había resultado imposible
entregar al destinatario dada la razón que exhibía: “… @adinet.com.uy; fallido;
5.2.2 (buzón lleno)”. ¿Pero…
no tienen instalado un programa automático de recepción y guarda de mensajes ya
que, al parecer, no revisan el webmail
diariamente? ¿Han delegado la puesta cibernética a algún emprendimiento
meramente comercial que se desentiende del “ida y vuelta”?
El sonado asunto de los enfermeros encausados por homicidio
de quince pacientes en el público Hospital Maciel y en un sanatorio privado de la Asociación Española,
ambos de Montevideo, se convirtió en noticia internacional. Una empresa
comercial de medios de prensa de Buenos Aires envió a un trabajador suyo a
cubrir la conferencia de prensa que al respecto se daría en el Ministerio de
Salud del Gobierno uruguayo. La empresa de marras, dueña del diario Clarín y de canales de TV y
radioemisoras, no goza de nuestra simpatía, pero el reportero ejerció
correctamente su trabajo periodístico cuando –según publicó el diario oriental La República–: “preguntó si no había
habido un «exceso de confianza» por parte del ministerio y si no pensaban hacer un «mea culpa» por lo ocurrido”.
La respuesta del ministro Jorge Venegas fue extemporánea: impropia
del tiempo en que sucedió o se hizo, inoportuna e inconveniente,
una auténtica impertinencia. “Señor periodista de Todo Noticias de Argentina:
el Uruguay es el Uruguay, no es Argentina. La confianza la tenemos siempre en
nuestros trabajadores de la salud que trabajan por la salud: no trabajan por la
criminalidad”, relató La República
que dijo el ministro. Según publica hoy, jueves 22 de marzo, en su edición
electrónica El País, por el exabrupto
a Venegas lo reprendieron desde la propia presidencia.
“Papita para el loro”
Sin ninguna duda que, en general, las empresas de prensa
responden más a los intereses del capital que a los propios de los
destinatarios o “consumidores” de sus productos, principalmente trabajadores y
el pueblo sencillo, y el sayo puede caerles como “de medida” tanto a los dueños
de El País, Clarín, La Nación, El Observador, Búsqueda o Perfil, entre
tantos otros, como también a los de La
República o Página/12. Pero si
bien a estas empresas, como es lógico, no les caen simpáticos los gobiernos que
califican y clasifican como populistas, y que los desaciertos que estos cometen
son para ellas manjares, no fue para nada desatinada la pregunta del cronista
argentino sobre si no hubo “exceso de confianza” y si no cabía ahora un “mea culpa”.
Al parecer Jorge Venegas estaría padeciendo la misma
infección que su colega Tabaré Vázquez, la que podría presumirse como una
“infección intramuros” de colectividad cerrada, quizá médica, política o ambas,
que confunde propias debilidades con agresiones exteriores. La salud pública y
el desempeño de sus técnicos, profesionales y trabajadores rasos, lejos, e
incluso con sus defectos, en general anda mejor del lado oeste del gran
estuario que del este, y de ello pueden dar testimonio muchísimos uruguayos.
Así, una preocupación y pregunta seria y si se quiere hasta fraternal no
convierte ipso facto a quien la
realiza “de ajeno al palo” o agresor. Venegas, no venga después a decir que en
su momento, cuando tuvo enfrente al temible periodista de TN, pensó en pedir
ayuda al secretario de Salud de Barack Obama…
De lo que se está careciendo es de pensamiento crítico, y
eso no es aceptable en quienes se supone debieran ser trabajadores
intelectuales marxistas en funciones de gobierno.
Gervasio Espinosa (22 de marzo de 2012)
miércoles, 21 de marzo de 2012
Todo muy bonito… (pero en carnaval ojo al pomo: puede ir cargado con agua regia)
(La presente nota fue publicada por la agencia ArgenPress y la publicación electrónica Vecinet, en Buenos Aires y Montevideo, respectivamente, a principios de marzo de 2005. Se cree oportuno volverla a publicar cuando otro presidente del BID, en la misma ciudad de los hechos comentados, hace comentarios sobre "seguridad" ciudadana.)
A poco
más de una semana de la asunción en Montevideo del gobierno del Encuentro
Popular-Frente Amplio-Nueva Mayoría es prudentemente inteligente secar las
lágrimas de las justificadas y merecidas emociones vividas y ponerse
atentamente en movimiento. Por la alfombra roja que encaminaba a la Asamblea Legislativa
también avanzaron los pasos de una inesperadamente algo entrada en kilos diva
(de edad avanzada) de carísimos almuerzos televisivos que pasa largas
temporadas en Punta del Este, y también los de un muy sonriente Enrique
Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo.
Carlos
Santiago (“El día de los abrazos”, Alai y ArgenPress), Raúl Zibechi (“Justicia social o desarrollo”, Alai
y ArgenPress), Gonzalo Abella (“Sobre
el nuevo gobierno”, Vecinet) y Ernesto Herrera (“La
hipnosis progresista”, Correspondencia de prensa, ArgenPress), además de Eduardo Galeano entrevistado por Página/12,
han puesto de manifiesto cada uno tanto opiniones optimistas como de alerta.
También en los últimos días diarios de Buenos Aires reprodujeron dichos de
Tabaré Vázquez y de Reinaldo Gargano.
Mientras,
ya apretó el pomo la revista montevideana Búsqueda,
de Danilo Arbilla, ex presidente de la Sociedad Interamericana
de Prensa y actual miembro de su dirección que, en esa condición, integra una
comisión de inspección en la
Buenos Aires que denunció imparcialidades para el
otorgamiento de pautas publicitarias oficiales por parte del gobierno de
Kirchner, y que años atrás apareció vinculado por sí y por su notario Javier
Morassi (en la venta de una lujosa propiedad puntaesteña) en la investigación
de lavado de presuntos narcodólares del Cártel de Juárez, junto con Aldo Ducler
(financista de campaña de Ramón “Palito” Ortega, por entonces compañero de
Eduardo Duhalde). Búsqueda disparó aqua
regia, y como tilingo de arrabal directo al culo, donde más se ven las
aureolas.
Últimas
noticias
Precisamente
la revista de Arbilla inauguró la primera y experimental corrida bancaria para
el flamante gobierno, cuando publicó un informe de la calificadora
internacional de bancos Fitch Ratings –con sede en Londres y en Nueva York–, en
el que se advierte de una situación patrimonial crítica de la Cooperativa Nacional
de Ahorro y Crédito COFAC, el banco cooperativo más relevante de Uruguay con
sucursales en todo el interior del país, un equivalente oriental del Credicoop argentino. La noticia movió a
que atemorizados ahorristas fueran por sus depósitos y, tras cartón, a que el
Banco Central dispusiera la suspensión de la operatoria de la COFAC, según
explicó Julio de Brun –presidente de la entidad monetaria uruguaya que viene en
ejercicio desde el gobierno de la alianza blanquicolorada–, la medida se tomó
para evitar una corrida contra el COFAC y luego de consultas con el gobierno de
Vázquez. El ministro de Economía, Danilo Astori, debió entonces dar una
conferencia de prensa y manifestar la preocupación del gobierno, expresar que
el banco cooperativo mantenía fluidez financiera pese a sus problemas
originados en la crisis económica suramericana de los años 2001 y 2002, y
también afirmar que no se iría en socorro de entidades bancarias como se había
hecho durante la gestión de Jorge Batlle, porque había urgencias más legítimas
como el Plan de Emergencia para restañar las lacerantes pobreza e indigencia.
Fue
entonces que el oriental presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, quien
el primer día de marzo había transitado la alfombra roja detrás de Mirta
Legrand, Enrique Iglesias, hizo declaraciones ofreciendo un paraguas protector
siempre y cuando los cooperativistas cumplieran algunas condiciones. Por su
parte, dirigentes de la sindical de los trabajadores bancarios AEBU alertaron
que se estaba frente a “un tema político-económico donde existe una jugada
fruto de determinados grupos económicos que están marcando la cancha”.
Mientras
en la costa oriental se avanzaba para entre cooperativistas nomás resolver el
problema, del otro lado del estuario a la SIP del director de Búsqueda, en una
declaración del pasado domingo con el título “La prensa es libre, cuando TODOS
pueden acceder a la información”, cuatro institutos universitarios integrantes
de la Red de Carreras de Periodismo y Comunicación Social de Argentina (las
universidades nacionales de Lomas de Zamora, La Plata, Rosario, La Matanza y la de Quilmes),
manifestaron que “debe darse una revisión de los criterios de libertad de
prensa, libertad de empresa y organizaciones monopólicas”. Dijeron, entre otras
cosas, que “la libertad de prensa no se amenaza cuando se publican los actos de
gobierno, sino cuando intereses poderosos se entrometen en las estrategias de
comunicación del Estado”, y señalaron que “es preciso revisar el papel
desempeñado por la
Sociedad Interamericana de Prensa durante la última dictadura
militar, avalando con su silencio la desaparición de trabajadores de prensa, el
cierre de medios de comunicación y la instauración del terrorismo de Estado”.
En este
marco el diario Clarín de Buenos
Aires, el viernes 4, tituló en la página 36 que en una conferencia de prensa
internacional, en Montevideo, el presidente Tabaré Vázquez “dijo que el
programa de su gobierno no será socialista”. En la nota –que firma Claudio
Mario Aliscioni– se refiere que Vázquez afirmó que “No es un programa
socialista sino nacional, con toda la ciudadanía”, enfatizando que “busca, por
el camino de la solidaridad y el crecimiento económico, llevar adelante un país
productivo, sostenido y sostenible, con justicia social”.
Un día
después, el sábado 5, Página/12, en
la columna “Mirador”, de la página 15, con el título “Cuba no va al Mercosur”, afirma que “El canciller de
Uruguay, Reinaldo Gargano, durante su presentación oficial ayer ante los
funcionarios del ministerio que va a dirigir [no destaca el diario si se trató
con trabajadores rasos o jerarcas, según la clara distinción que se hace en la
nación de Artigas], descartó que Cuba pueda incorporarse como miembro pleno del
Mercosur [como este país le había
solicitado a través de su ministro de RREE Pérez Roque], pero apoyó que la isla
pueda ser socio del bloque. El canciller dijo que había hablado con sus
asesores legales y estos le habían informado de la imposibilidad de aceptar a
Cuba como miembro pleno del bloque formado por Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay. La razón de la imposibilidad sería que Cuba no cumple el requisito de
la ‘cláusula democrática’, que impide la incorporación al Mercosur a un país que no se rija por
el sistema democrático, aunque esta cláusula no se aplica a los países
asociados”.
Calvos
o pelados
La
diferencia entre calvos y pelados está en que los primeros han perdido el pelo
(lo que no garantiza que también las mañas), y que a los segundos se les ha
pasado la maquinita dejando igual de lustrosa la cobertura exterior de los
sesos. Ni lo uno ni lo otro, suele decirse cuando las cosas no están claras.
Suponer que lo que tiene el pomo de carnaval es siempre agua de rosas puede
resultar fatal: el aqua regia, mezcla de los corrosivos ácidos nítrico y
clorhídrico, disuelve los metales y las intenciones más nobles.
En las
situaciones que soberanamente nos intranquilizan (en la concepción de una
soberanía realmente popular) es necesario ser explícitos. El movimiento
sindical clasista uruguayo (PIT-CNT) junto con el cooperativismo de ayuda mutua
(Fucvam y Cudecoop) son imprescindibles pilares para una gestión de
gobierno orientada hacia necesarias transformaciones sociales. Las vallas que
se interpongan para neutralizar esa movilización de intercambio pueden ser muy
sutiles y a la vez drásticamente eficaces, pueden ser objetivas y subjetivas.
Calvas o peladas.
A los
gobernantes elegidos es imprescindible exigirles no modificar su indiscutida
honestidad y también hacer más precisas sus definiciones. Mejor que prestar
oído a los asesores académicos de coyuntura es poner atención a las voces de la
realidad, y no es bueno exponer con eufemismos lo que en la intimidad se dice
de otra manera.
Hubiera sido diferente
Hubiera
sido diferente que el diario Clarín,
el pasado viernes 4 de marzo, reprodujera que el presidente Vázquez había
manifestado que el gobierno de izquierda –explicando que en éste participan
también importantes figuras del socialismo y el marxismo uruguayos–, con la
convicción democrática del pueblo oriental y su progresismo histórico que viene
desde el propio José Artigas, será capaz de llevar adelante un programa
nacional, en permanente diálogo con toda la ciudadanía, como no pudieron
hacerlo –o no quisieron– otras administraciones que, sin ánimo ahora desde el
gobierno de producir una disputa innecesaria, puede afirmarse que no eran “socialistas”
porque respondían a intereses marcadamente minoritarios.
También
hubiera sido diferente si en el “Mirador” de Página/12, un día después, se refiriera que el canciller Gargano
había explicado que se procuraría debatir ampliamente en el marco del Mercosur la incorporación de la
República de Cuba, tal como ésta lo ha solicitado, manifestando que dadas las
peculiaridades diferentes de las prácticas de representación democrática entre
los países ya integrantes del MERCOSUR y la isla caribeña, siendo que esa
cuestión figura en las cláusulas de la alianza, debía de ser analizada y resuelta
en consenso con los demás gobiernos.
Ojo
al pomo y a quien lo empuña
Por todo esto "al pan pan y al vino vino", para que izquierda y pueblo se entiendan bien.
Gervasio Espinosa (ahora, 21 de marzo de 2012)
martes, 20 de marzo de 2012
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, en un marco que quizá se pretendió borgiano dio instrucciones en Montevideo sobre políticas de seguridad pública
Luis Alberto Moreno, en 2005 sucedió a Enrique V. Iglesias,
quien había presidido el BID desde 1988 (antes Iglesias fue el ministro de
Relaciones Exteriores de Uruguay durante la presidencia posdictadura de Julio
María Sanguinetti, desde 1985). El 6 de julio de 2010 Moreno fue reelegido para
un período más.
Concluyó en Montevideo la quincuagésima tercera reunión
anual de las asambleas de gobernadores del BID y de la Corporación
Interamericana de Inversiones (CII), desarrollada entre los
pasados 16 y 19 de marzo, abordándose en ella especialmente cuatro temas:
“Países piden apoyo contra crisis”, “Seguridad ciudadana”, “MapaAmericas (sic): una manera de ver los resultados”
y –el más comentado por la prensa– “Mayor resistencia a impactos económicos
externos”, presentándose durante su debate el nuevo informe titulado El mundo de los senderos que se bifurcan.
El diario uruguayo El
País, en su edición electrónica de hoy, titula que el organismo que preside
Moreno “Aconseja políticas de seguridad
barrio a barrio”, y que “Uruguay prepara plan piloto para tres comisarías”. En
un almuerzo realizado en el restaurante Rara
Avis del estatal Centro Cultural Teatro Solís, y ante un centenar de
invitados especiales entre los que se encontraban el vicepresidente Danilo Astori
y los ministros Eduardo Bonomi, de Interior, Luis Almagro, de Relaciones
Exteriores, y Fernando Lorenzo, de Economía, “Moreno, advirtió que la
inseguridad es una «amenaza frontal al desarrollo económico», y se quejó de los
procesos judiciales «arcaicos» y de los sistemas carcelarios.” El desarrollo de
sus dichos puede consultarse en: http://www.elpais.com.uy/120320/pnacio-631582/nacional/bid-aconseja-politicas-de-seguridad-barrio-a-barrio/
Para darle al ágape un
más tanto dramático como feliz desenlace del ya impuesto por el título dado a
la charla sobre la inseguridad, “Un laberinto con salida”, podría haber
irrumpido sorpresivamente el ex presidente Tabaré Vázquez endilgando al
anfitrión ser “de palo” para andar metiendo su bonita nariz (aunque
“americanista”) en las cuestiones que son exclusivamente del dominio del
Gobierno local, y acto seguido abrazarlo tiernamente y con sonrisa compungida
rogarle que transmitiera cariños al común amigo George Bush hijo.
No sucedió así y
todos sonrieron delicadamente como corresponde, sin ascos. El diario ya
referido informó que: “En unas palabras de bienvenida, Astori dijo que
le había gustado el título de la charla, porque a veces, al ver los «factores»
de la inseguridad, «se tiene la idea que estamos en un laberinto». El
vicepresidente agregó que las políticas de seguridad no se deben quedar en lo
social y tiene que reprimir conductas desviadas”.
“Luego de escucharlo a Moreno, Bonomi dijo a El País que él agregaría el aspecto
cultural. «Los tres componentes que él manejó son aspectos que nosotros estamos
manejando. Pero nosotros estamos manejando el componente cultural. Pensamos que
lo social solo no alcanza para explicar un fenómeno de crecimiento del delito
en la región y en nuestro país. Creemos que hay un componente cultural y en eso
estamos trabajando».”
Telecataplum
Astori, al parecer perdió el hilo, o quizá ni percibió su
existencia, del manejo “posmo” y “culturoso” que se hizo con los títulos, que en
primera instancia me hizo acordar de Telecataplum, aquel conjunto de actores
rioplatenses, cuando decían que “si en la oscuridad de la noche ves apenas una
tenue luz que brilla es porque has dejado abierta la puerta de la heladera”.
Uno, el título de la charla de Moreno, “Un laberinto con salida”, y otro, el del
informe de fondo –ya referido–, que parafrasea el de un cuento de Jorge Luis
Borges de la década de 1940: El jardín de
los senderos que se bifurcan, aludiendo a un enigma más oriental que el
propiamente uruguayo: el de los laberintos del tiempo. Quienes quieran leer el
cuento de Borges pueden hacerlo en: http://sololiteratura.com/bor/boreljardindelos.htm
En la confusión y los enredos propios de los laberintos que,
para el caso de la economía mundial, ex profeso ponen en crisis la sensación de
seguridad sobre medios y fines, algunos se especializan en “vender” a precios
carísimos “las salidas” posibles…
Probablemente de todo esto sepa mucho Luis Alberto Moreno,
ahora en el BID, nacido hace casi sesenta años en el mismo país donde antes
nació Gabriel García Márquez, pero que no es amigo de Fidel como su coterráneo
sino de Andrés Pastrana. Con este presidente de Colombia desde 1998 hasta 2002
colaboró siendo sus especialidades los contactos y la financiación e imagen
electoral, además de embajador en Washington mientras César Gaviria Trujillo, otro
ex presidente, fue entre 1994 y 2004 Secretario General de la OEA. Siendo Moreno
embajador en EE. UU. se afirmó el llamado Plan Colombia, el cual se había
debilitado cuando ejerció la presidencia Ernesto
Samper. La pertenencia de la actual cabeza principal del
Banco Interamericano a la clase económica y socialmente dominante en Colombia
es de nacimiento, ya que su padre fue ministro de Misael Pastrana (presidente
de 1970 a
1974), quien a su vez es padre de Andrés. Luis Alberto ha alternado sus
funciones políticas con las de manager
de fondos de inversión, entre otras.
En la actualidad muchos jóvenes colombianos que desean
alejarse de las obligadas tentaciones violentas en su país, y ven imposible allí
costearse escuelas y universidades privadas, emigran haciendo algunos
auténticas peripecias para llegar e instalarse para trabajar y estudiar en los
países del cono sur latinoamericano, esos donde, según Moreno, la inseguridad es una “amenaza frontal al
desarrollo económico”.
Para otro enfoque sobre los problemas de la seguridad y la
inseguridad ciudadanas es recomendable leer “Lo que se hace es crear miedo y
luego sacar provecho de eso”, un reportaje al investigador británico Keith
Hayward en el diario Página/12:
Gervasio Espinosa (20 de marzo de 2012)
Nota: datos biográficos de
Luis Alberto Moreno fueron tomados de Wikipedia y de http://www.colombialink.com/01_INDEX/index_personajes/politica/moreno_luis_alberto.html
Correspondencia. Nos llegó y difundimos
Efectos
colaterales
Invitación a la presentación de documental sobre efectos de los agronegocios en Uruguay
Fecha: Miércoles 14 de marzo 2012
Horario: 20 a 22.30 horas
Lugar: Teatro de la Facultad de Artes de la Universidad de la República (Av. 18 de Julio 1772, Montevideo)
Durante 2011, REDES – AT Uruguay y el Programa Uruguay Sustentable realizaron un registro de casos de comunidades rurales afectadas por fumigaciones con agrotóxicos y plaguicidas vinculados al agronegocio (sojero, forestal, arrocero) en cuatro departamentos del país: Florida, Durazno, Paysandú y Salto.
Como resultado de ese trabajo se confeccionó un informe y dos productos audiovisuales donde se registran las consecuencias en materia de salud pública, recursos naturales y situación económica de las familias/comunidades afectadas. Dichos productos pueden ser consultados en http://www.redes.org.uy/2012/01/31/efectos-colaterales/
A través del rodaje de diversos testimonios queda claro que el actual modelo de desarrollo agrícola predominante en Uruguay, vislumbrado como impulsor de la „modernidad en el campo‟, trae asociado varios „efectos colaterales‟ como lo son la concentración de recursos productivos, afectación de la salud de las poblaciones rurales, enajenación de las posibilidades de desarrollo y marginación de buena parte de nuestros agricultores familiares y población rural y suburbana en general.
La población reitera el sentimiento de acostumbramiento a estas condiciones, revela la ausencia del Estado como entidad de control del uso del suelo y el agua, así como de salvaguarda de la salud pública y al mismo tiempo su incertidumbre sobre el futuro inmediato. El sistema de salud pública exhibe serias debilidades a la hora de diagnosticar una serie de nuevas afecciones de las poblaciones directamente afectadas por las prácticas tecnológicas del agronegocio.
Asimismo, los actores políticos, sociales y gubernamentales se muestran condicionados en su accionar por el sofisma de que “el agronegocio genera puestos de trabajo”.
El próximo miércoles 14 de marzo de 2012 se presentarán en Montevideo los mencionados audiovisuales, en el marco de una mesa debate con presencia de afectados/as, profesionales y técnicos de la salud y otros/as actores vinculados a la temática.
El objetivo es compartir experiencias e iniciar un debate sobre las consecuencias que el modelo del agronegocio tiene sobre la salud de nuestra población, así como sobre las acciones necesarias para abordar esta problemática.
Por la presente invitamos a usted o a su organización o medio de comunicación a participar de dicha actividad, difundiendo y aportando al debate posterior.
Convocan:
Redes-AT Uruguay
Programa Uruguay Sustentable
Invitación a la presentación de documental sobre efectos de los agronegocios en Uruguay
Fecha: Miércoles 14 de marzo 2012
Horario: 20 a 22.30 horas
Lugar: Teatro de la Facultad de Artes de la Universidad de la República (Av. 18 de Julio 1772, Montevideo)
Durante 2011, REDES – AT Uruguay y el Programa Uruguay Sustentable realizaron un registro de casos de comunidades rurales afectadas por fumigaciones con agrotóxicos y plaguicidas vinculados al agronegocio (sojero, forestal, arrocero) en cuatro departamentos del país: Florida, Durazno, Paysandú y Salto.
Como resultado de ese trabajo se confeccionó un informe y dos productos audiovisuales donde se registran las consecuencias en materia de salud pública, recursos naturales y situación económica de las familias/comunidades afectadas. Dichos productos pueden ser consultados en http://www.redes.org.uy/2012/01/31/efectos-colaterales/
A través del rodaje de diversos testimonios queda claro que el actual modelo de desarrollo agrícola predominante en Uruguay, vislumbrado como impulsor de la „modernidad en el campo‟, trae asociado varios „efectos colaterales‟ como lo son la concentración de recursos productivos, afectación de la salud de las poblaciones rurales, enajenación de las posibilidades de desarrollo y marginación de buena parte de nuestros agricultores familiares y población rural y suburbana en general.
La población reitera el sentimiento de acostumbramiento a estas condiciones, revela la ausencia del Estado como entidad de control del uso del suelo y el agua, así como de salvaguarda de la salud pública y al mismo tiempo su incertidumbre sobre el futuro inmediato. El sistema de salud pública exhibe serias debilidades a la hora de diagnosticar una serie de nuevas afecciones de las poblaciones directamente afectadas por las prácticas tecnológicas del agronegocio.
Asimismo, los actores políticos, sociales y gubernamentales se muestran condicionados en su accionar por el sofisma de que “el agronegocio genera puestos de trabajo”.
El próximo miércoles 14 de marzo de 2012 se presentarán en Montevideo los mencionados audiovisuales, en el marco de una mesa debate con presencia de afectados/as, profesionales y técnicos de la salud y otros/as actores vinculados a la temática.
El objetivo es compartir experiencias e iniciar un debate sobre las consecuencias que el modelo del agronegocio tiene sobre la salud de nuestra población, así como sobre las acciones necesarias para abordar esta problemática.
Por la presente invitamos a usted o a su organización o medio de comunicación a participar de dicha actividad, difundiendo y aportando al debate posterior.
Convocan:
Redes-AT Uruguay
Programa Uruguay Sustentable
--
Grupo Guayubira
http://www.guayubira.org.uy
Grupo Guayubira
http://www.guayubira.org.uy
lunes, 19 de marzo de 2012
Libros venenosos, artículos, notas periodísticas y hasta textos académicos nocivos para la inteligencia pueden también causar serio daño moral. Cómo detectarlos para evitar su uso
No es broma. A través de las conductas imitativas de
supervivencia de los individuos menos dotados y con poder real han proliferado estrategias
de dominación social que dan por tierra con el presunto peligro del nihilismo revolucionario
de las décadas de 1960 y 1970. Lea con detenimiento el siguiente párrafo:
“Que un maestro y un grupo de alumnos estén compartiendo un
aula al mismo tiempo no garantiza que
estos se relacionen entre ellos, muy por el contrario, la mensajeria (sic) instantánea y las redes sociales
permiten evadir a «estos otros más próximos» y mantenerse conectado con «otros»
que están fuera. Compartir el espacio e interactuar con otros, puede
convertirse en una experiencia altamente negativa y violenta.”
Una llamada a nota al pie al final del fragmento transcripto
sugiere al respecto consultar un artículo periodístico publicado en el diario
Clarín del 21 de noviembre de 2006 <http://www.clarin.com/diario/2006/11/21/sociedad/s-03210.htm>.
En éste se dice de riesgos implícitos en el uso equivocado de las nuevas
tecnologías generando situaciones contrapuestas a lo que de manera confusa
afirma la autora del párrafo, magíster en ciencias sociales, docente
universitaria y ex jerarca de alto nivel en la educación pública.
La suma de opiniones en un volumen sobre la relación de la
escuela con las conocidas como TIC (sin “ese” final) se inicia con una consulta
a varios “techies”, mujeres y varones adultos jóvenes así llamados en su jerga
porque tienen una estrecha vinculación con tales tecnologías, especialmente con
la cibernética, y que con asiduidad la practican, se asegura, a través de las
denominadas “redes sociales”, “juegos online”, “chats”, etc. Los compiladores
de la obra afirman que los consultados son no solamente consumidores de
conocimiento sino también productores de éste, y también “formadores de
opinión”.
Dicen que por su actividad diaria relacionados con y por las
tecnologías de la información y la comunicación están especialmente capacitados
para opinar sobre el futuro de la escuela, dados sus pensamientos “de frontera”
que les permiten “transgredir la finitud del discurso” que la modernidad
instaló. Es decir, los “techies” son indubitablemente posmodernos.
Antes de concluir con la introducción afirman: “Es verdad
que este relato pedagogizado de transformación radicalizada de la educación
escolar no es nuevo en la historia de la educación escolar.”
“Es tal el vértigo
frente a los constantes cambios en pantallas, computadoras y redes que ya todo
el mundo espera mutaciones significativas en la realidad de las escuelas: desde
magnates del mundo informático como Bill Gates o Steve Jobs, gobernantes de
países tan diversos como el uruguayo Tabaré Vázquez o el norteamericano Barak
Obama, todos apuestan a una fenomenal transformación de la escuela.”
Leer con atención…
Uno de los “techie” entrevistados, con una visión
ciertamente entusiasta de la escuela del futuro, plantea ese contexto y los
condicionantes que parecen determinarlo fuertemente:
“La escuela tiene un modelo del siglo XIX. O sea, nuestros
hijos no se educan de una manera significativamente distinta a la que se
educaron nuestros abuelos, y eso va a explotar. Y no va a ser lindo cuando
suceda. Yo creo que vamos camino a que,
si no cambiamos profundamente a la escuela, los chicos no van a aprender. No
por mala onda, eh. Les vamos a estar hablando de una manera que no vamos a
poder capturar su atención (…) Para mí hay dos grandes factores, tres grandes
factores: la multisensorialidad, la inmersión y la competencia. Estos
tres son grandes capturadores de atención. En la escuela no está presente
ninguno”.
Tal cual el párrafo, dice que “los chicos no van a aprender”
porque “no vamos a poder capturar su
atención”. Dice, también, que la “multisensorialidad”, la “inmersión” y la
“competencia” son grandes “capturadores
de atención”, y que en la escuela no está presente ninguno.
La taxativa acepción que el diccionario da para el verbo capturar expresa: “Aprehender
a alguien que es o se reputa delincuente, y no se entrega voluntariamente”.
Según los diccionarios Collins en inglés “capture”
significa apresar, conquistar y acaparar, y en francés, “capturer”, apresar,
convertir en presa, en “cosa apresada o robada”, en “animal que es o puede ser
cazado o pescado”.
Veamos ahora las acepciones de las palabras
“multisensorialidad”, “inmersión” y “competencia” (empleamos la versión
electrónica del Diccionario de la Real Academia Española,
consultado para ello este lunes 19 de marzo de 2012).
Multisensorialidad. Esta palabra compuesta no existe,
y tampoco existe “sensorialidad”. Al parecer se estaría procurando aludir a una
múltiple o variada “facultad de sentir”, o de la “propensión
natural […] a dejarse llevar de los afectos de compasión, humanidad y ternura”.
Inmersión. “Acción de introducir o
introducirse plenamente alguien en un ambiente determinado.”
Competencia. “Disputa o contienda entre
dos o más personas sobre algo. […] Oposición o rivalidad entre dos o más que
aspiran a obtener la misma cosa.”
En torno de las vocinglerías conceptuales
referidas es recomendable releer un texto de Pablo Capanna de 2001: “La lucha
por la vida”, <http://www.pagina12.com.ar/2001/suple/Futuro/01-07/01-07-07/nota_a.htm>.
Cómo
detectar textos venenosos
¡Basta de “clivar”,
“frizar” e “historizar” el “estado”!
Libros, artículos, folletos y textos venenosos varios hubo
siempre, sin ninguna duda. Hoy proliferan porque forman parte de una acelerada
cadena viciosa de negocios personales y corporativos que, además, para
disimular sus crudos objetivos exhibe índices estadísticos de presunto
crecimiento cultural social.
Una manera fácil, práctica y rápida para identificar textos
venenosos es la detección de algunas palabras
que les son propias.
En lugar de historiar decir o escribir “historizar”, o “marxiano”
por marxista y marxismo. Emplear presuntos plurales en siglas, como “TICs” u
“ONGs”, y también sustantivos escritos
con iniciales mayúsculas como si fueran nombres propios: magíster, doctora o
doctor, profesora o profesor, ministra o ministro sean estos de Gobiernos o de
congregaciones religiosas, monseñor, obispo, sargenta o sargento, coronela o
coronel, generala o general, don y doña.
Escribir estado con inicial minúscula y refiriendo al
aparato organizativo, jurídico y de representación de una nación, provincia o
estado, departamento o municipio, ciudad, etc. cuando debe escribírselo Estado
para diferenciarlo de “estado” en tanto jurisdicción política equivalente a
provincia, o también la situación “en que se encuentra alguien o algo, y en
especial cada uno de sus sucesivos modos de ser o estar”, y
la “clase o condición a la cual está sujeta la vida de cada uno”.
Los nombres de los meses escritos con inicial mayúscula cuando
no inician una oración o están a continuación de un punto, ni indican un nombre
de fecha histórica, como 18 de Julio, 25 de Mayo o 7 de Noviembre, etc. También
son formas léxicas que denuncian textos venenosos las referencias a décadas o
años empleando decenas con apóstrofos o eses finales: los “´60” o los “80s”.
La Real Academia Española es conservadora
Eso se dice y sin duda lo es: tiende a conservar lo
constituido. Pero no puede controlar qué y para qué se dice con las palabras de
su diccionario y según sus reglas de gramática y sintaxis. Con ellas se pueden
componer y hacer explícitos conceptos, relatos y análisis de sucesos y
exposición de propuestas sumamente transformadoras. Lo bueno de que la RAE sea
conservadora es que facilita que esos textos puedan ser entendidos en la propia
lengua por millones de personas, y por más millones todavía fielmente
traducidos a otros idiomas.
Palabras sin consistencia
y auténticamente “venenosas”. Muy breve lista que se puede engrosar con poco
esfuerzo
“Clivaje”. Se trata de una palabra inexistente en el
diccionario castellano y que, sostienen algunos, es una “castellanización” del
sustantivo francés “clivage” que se emplea en mineralogía (fractura según
ciertos planos, de orientación precisa, que se presenta en minerales, cristales
y rocas), y que –inadecuadamente– se usa en lugar de hendidura, fractura o
escisión social, histórica o en el pensamiento.
Un politólogo me dijo que “demasiado grande es el estado para
escribirlo con inicial mayúscula”. No explicó si se refería al estado del
elefante en reposo o, en el otro extremo volumétrico, al de la hormiga en
actividad. Creo que el buen humor hace bien a los estudios sobre la política.
“Frizar”. Falso verbo que usan cocineros mediáticos y sus
acólitos, de manera oral y escrita, muy difundido para designar el efecto de un
freezer, nombre inglés de un aparato
que se traduce como “congelador”. Es decir: el verbo es congelar. El
diccionario da para “frisar”, con “ese”, dos verbos transitivos que se
pronuncian casi igual, los significados, en uno, de “refregar”, y en el otro de
“levantar y rizar los pelillos de algún tejido” (como las abrigadas camisetas
de frisa de mi infancia), pudiendo también ser utilizado como “disminuir”,
“congeniar” o “acercarse”. (¡Más claro, dime que congele ese churrasco!)
“Historizar” (obviamente una suerte de contaminación dada en
la cocina). Algunos dicen que “historizar” no es lo mismo que historiar, porque
pone lo “historizado” en relación estrecha con un contexto dado. Si la historia
es el “conjunto de los sucesos o hechos políticos, sociales, económicos,
culturales, etc., de un pueblo o de una nación”, queda bien claro que historiar
es componer una historia en un contexto dado. Si se quiere dígase y escríbase:
poner en contexto histórico.
Hemos advertido sobre los riesgos implícitos en ciertos
textos. Cuando se encuentren palabras como las destacadas y tantas otras que es
necesario aprender a detectar, descártese esa lectura como se descarta un
correo electrónico apestado, mal intencionado o meramente inútil o
desagradable. Y para finalizar y resolver tantos desmanes unámonos de una buena
vez los que no somos marcianos ni “marxianos” (buena noticia para Europa y el
mundo ha sido la multitudinaria concentración de la izquierda en París; a ver
Zisis si apuras las cosas en Grecia).
Gervasio Espinosa (19 de marzo de 2012)
Gervasio Espinosa (19 de marzo de 2012)
lunes, 12 de marzo de 2012
Autanasia… ¿Error?, ¡las gónadas!
Uruguayos en moto,
que son muchos en un país donde son pocos
Las crónicas periodísticas lo reflejaron como una suerte de
deporte de riesgo para jóvenes pobres especialmente del interior del “país
natural”. Uno frente al otro, a trescientos metros de distancia, ambos sobre
motocicletas que acelerando “a todo gas” avanzarán en sentido contrario sobre
la única línea central de la carretera, de noche, los faros encendidos. El que
primero se desvíe para evitar la colisión será un cobarde. Muchos se mueren en
el extremo ejercicio de tal manifestación de cruda estupidez. Los informes
policiales registrarán colisiones entre vehículos, los parientes lloran…
Deporte de no pobres
con un artefacto que fue desarrollado para construir
En la quinta de mamá y papá, en Moreno, Provincia de Buenos
Aires, el “finde” pasado fue “de terror”. Consiguieron una gran grúa para la
construcción y la instalaron en el jardín. Al pie pusieron algo así como un “castillo
inflable”. Al parecer proyectaban montar un club “privado” de bungee dumping (tirarse desde altura
prendido solamente a los tobillos con una soga elástica): dos amigos hicieron
la prueba experimental atados con la misma soga, en la caída sus cabezas
chocaron y se mataron. El informe policial dice que fue un hecho privado en el
que no se infringió ninguna normativa…
Matar para matarse
Barak Obama manifestó “su conmoción y su tristeza por la
noticia del asesinato y heridas de civiles” ocurrida la semana pasada. El soldado
estadounidense a las órdenes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN) mató en masa a dos decenas de afganos indefensos, mujeres y niños, para
matarse a sí mismo en el paroxismo de su formada imbecilidad de autómata al
servicio de la “civilización” capitalista.
Joven masculino
miembro de delegación oficial muere por asfixia autoinfligida mientras se
masturba
Ocurrió el año próximo pasado en un céntrico hotel
montevideano frecuentado por agentes gubernamentales. Había una cumbre del
llamado Mercado Común del Sur nacido en 1991 al calor del auge del comercio
global que subsumía el pensamiento “progresista” de aquellos años de oro (sin
eufemismos). Fue noticia. También un hecho privado. Se dice que cada cual puede
hacer de su culo un pito, pero tanto “boludeo” no parece compatible con la
presunción de “brillantez” que rodeaba al occiso.
¡Error, las gónadas!
Cuando se quiere plantear una queja, sugerencia o pregunta
conceptuosa que requiere un texto breve aunque meduloso mediante un sumamente
democrático recurso de oficina gubernamental virtual, mediante la Internet, y
se la despacha con el consabido “clic”… ¡Gónadas, error del sistema del Banco
Central! ¡Perdí diez minutos escribiendo “on line”!..
A la presidenta del
Banco Central de la
República Argentina, señora Mercedes Marcó del Pont:
Desde el 3 de abril
próximo y mediante la comunicación del BC A-5294 los argentinos residentes no
podrán operar retirando dinero en cajeros automáticos en otros países con
tarjetas de débito expedidas por bancos nacionales si no son titulares de
cuentas en moneda extranjera. La medida se propondría evitar la elusión del
soberano control de operaciones que realiza la Administración Federal
de Ingresos Públicos (AFIP), en resguardo de la economía nacional y para evitar
la fuga de divisas.
¿Y la hermandad de los
pueblos suramericanos entre argentinos, bolivianos, brasileños, chilenos,
paraguayos y uruguayos, citando sólo algunos y en riguroso orden alfabético?
¿Si uno, residente argentino, llega allá y necesita sacar unos pesos locales
para invitar, convidar o meramente gastar moderadamente no puede hacerlo sin
cuenta en monedas imperiales? ¡Pero señora integrante del Plan Fénix de la
Academia de Ciencias Económicas, entonces ratifica usted mi presunción de que
eso de Fénix suponía reemplumar al viejo pájaro de ya más de cinco centurias
que vuela sobre nosotros “desplumándonos”!
De acuerdo con
vigilar, controlar e impedir la especulación bursátil e inmobiliaria suntuaria
e ilegal. Pero… ¿no se puede poner un tope digno y suficiente, de, digamos,
sumas de diez o quince mil pesos de la moneda argentina por mes o cada tantos
meses que puedan ser retiradas convertidas a pesos locales en cajeros
automáticos de los países de la Unasur, o al menos de los limítrofes, mediante
las tarjetas de débito de bancos argentinos?
Pareciera que,
ciertamente, dan argumentos a los reaccionarios monopolios informativos para
luego jugar a contraponerse a ellos mismos…
Autanasia…
No es como la eutanasia, una muerte sin sufrimiento físico,
ésta es automática.
Gervasio Espinosa (12 de marzo de 2012)
Gervasio Espinosa (12 de marzo de 2012)
jueves, 8 de marzo de 2012
La importancia de las comas, tildes, diéresis y de las tecnologías. Sárközy y los burócratas “cientistas”.
Sárközy
No sorprende el comentario del presidente de ascendencia
húngara, cuando afirma que es necesario en Francia “reducir a la mitad el
número de extranjeros”.1 Podría haber dicho que es “nesarió”,
afrancesando el modo de llamar a lo “que forzosa o
inevitablemente ha de ser o suceder” o, con similar propósito, pretendía
el líder del peronismo argentino de los años noventa (¿“hecho maldito del país
burgués”?): hacia fines de aquella década hubo decretos y proyectos de ley para
impedir el ingreso a Argentina de inmigrantes bolivianos y peruanos
especialmente.2 Lo de “reducir a la mitad” el presidente de
ascendencia húngara lo dijo ahora en París, quizá, sugieren algunos
comentaristas, con el oído y la vista puestos en las próximas elecciones.
Antes de ser progenitor del presidente, huyendo de su país
de nacimiento y sede de negocios cuando el Ejército Rojo lo atravesó
desalojando a los nazis, Pál Istvan Emó Sárközy pasó por Austria y Alemania y
finalmente se enroló en la
Legión Extranjera para servir a Francia en Argelia. Pero muy
pronto abandona la práctica militar, probablemente cuando ya hubiera ganado el
derecho a mover tildes y desalojar diéresis de su nombre y convertirse en Paul
Sarkozy, de algo más de treinta años y profesión publicitario. Casado poco
después con la hija de un médico parisino judío sefardita, Andrée, ya convertida
al catolicismo, en 1955 nace al segundo de sus tres hijos, hace apenas
cincuenta y siete años.
Nicolas vivió hasta su adolescencia muy afectado por el
divorcio de sus padres en 1959, cuando contaba sólo cuatro años de edad, y el
abandono que de su familia hizo aquel inmigrante que se “nacionalizó” militando
en la Legión en territorio colonial. La biógrafa Catherine
Nay pone en boca del hoy presidente esta frase en su libro L'Impétueux
(El
impetuoso):
“Lo que me hizo lo que soy ahora fue
la suma de todas las humillaciones sufridas en mi infancia”. Aun así, su
personalidad y actos son más materia de análisis político que psicológico.
Burócratas “cientistas”.
Desde el lápiz de grafito a las TIC
Mucha bibliografía tanto publicada en papel como en otros
registros sirve en cuanto base de su propia cita y multiplicación, y de más
disquisiciones sobre la función digna de galardón de las tecnologías informáticas en el
desarrollo social, como también de acumulación de polvo y piojos del papel en
depósitos editoriales, anaqueles comerciales y bibliotecas académicas o
burocráticas. No pocos de sus autores pareciera que resueltamente han
prescindido de la gramática y de las teorías y técnicas que permiten su
aprovechamiento práctico (es decir de la gramática y de su “tecnología”) para,
por ejemplo, con los recursos del pensamiento, del habla y de la escritura no
solamente entender “el mundo” sino propender a cambiarlo, porque “de lo que se
trata es de transformarlo” (no de convertirlo en un mero “soporte” del modo
capitalista sino en acción y realidad poscapitalista. Véase Carlos Marx, Tesis
XI). Claro que las más de becas y fondos financian solamente vacías
especulaciones y entretenimientos, y el confort “tecnológico” de sus clientes
no es barato…
Enrolados en la campaña One Laptop Per Child (OLPC) que Nicholas Negroponte, miembro del Massachusetts
Institute of Technology (MIT) de EE. UU., mundializara en 2006 a través del Foro
Económico Mundial de Davos, algunos autores sobre tal temática citan palabras
del ex presidente uruguayo Tabaré Vázquez en oportunidad de anunciar el
lanzamiento del Plan CEIBAL, basado en la campaña referida. La afirmación de
Vázquez es transcripta sin modificaciones tal cual se la refiere desde hace
seis años en el sitio oficial del gobierno de Uruguay en Internet: “Que
seamos todos en el Uruguay, no solo iguales ante la ley que es importante, sino
que seamos todos iguales ante la vida.”3
Distinto hubiera sido si Vázquez afirmara (obsérvense los
subrayados que resaltan mínimos cambios en la sintaxis): “Que seamos todos en
el Uruguay no solo iguales ante la ley, lo que es importante,
sino que seamos todos iguales ante la vida.”
Pero no. Lo que dijo y está registrado es: “Que seamos todos
en el Uruguay, no solo iguales ante la ley que es importante, sino que seamos
todos iguales ante la vida” (¿cuál ley es "la" importante?).
(“Cientista” es una jerigonza de moda desde hace muchos años
para denominar a los científicos, tal se los nombra en nuestro idioma, de las
ciencias sociales. Es una clara manifestación de dependencia cultural al copiar
la escritura de scientist. Claro que
peor hubiera sido que copiando el sonido se llegara a escribir “saientista”.)
Notas:
1 http://www.radio-canada.ca/nouvelles/International/2012/03/06/011-sarkozy-campagne-immigration.shtml
Gervasio Espinosa
(8 de marzo de 2012)
domingo, 4 de marzo de 2012
Alerta, alerta, alerta que camina... Militarización en la crisis suramericana y rivalidades populares argentinas
(Esta nota, con nuestra firma en tanto corresponsal, fue
publicada en Surmedia, y luego por La
Fogata digital, en los primeros días de septiembre de 2002.)
El viernes pasado la voluntad superó al viento gélido que
sobrevino al veranito de agosto, y hubo decenas de actos y marchas en todo el
país reclamando “que se vayan todos”. También se fue perfilando más nítidamente
la militarización de la crisis –incluyendo las gestiones para dar inmunidad
diplomática a tropas estadounidenses que acamparían en el país–, significativo
indicador de "no nos vamos nada". La Asociación Americana
de Juristas analiza la anunciada posibilidad de que el gobierno argentino
otorgue inmunidad diplomática a militares estadounidenses. En medio de esta
situación se agitan rivalidades populares.
Una estimación objetiva posibilita cuantificar en entre treinta
y cuarenta mil las personas que se movilizaron en todo el país, de norte a sur
y de este a oeste, en decenas de concentraciones, actos, cortes de carreteras y
avenidas, escraches y marchas. La cantidad podría haber sido mayor de no haber
sido diezmada esa voluntad –de enfrentar al establishment y al frío que se derramó en
buena parte del territorio– por la amplificación que se hace de rivalidades
populares. Pobladores del Gran Buenos Aires, incluyendo localidades suburbanas
y los barrios de la capital argentina, confluyeron desde sus movilizaciones,
actos y cortes en diferentes lugares, hacia la concentración frente al Congreso
Nacional. Una hora y media después de las 18, hora que se había establecido en
las convocatorias, más de la mitad de las quince mil que se estima hasta allí
habían llegado, se desprendieron y marcharon a la Plaza de Mayo: fueron
agrupaciones piqueteras, muchas asambleas populares y los partidos y
agrupaciones de izquierda. Al respecto Surmedia
tiene publicados desde la semana pasada, además de comentarios, los documentos
de la
Coordinadora Aníbal Verón y el Movimiento Teresa Rodríguez.
La controversia entre quienes por la Avenida de Mayo avanzaron hacia la plaza histórica y quienes limitaron su manifestación frente al edificio del Congreso no es trivial, y hace no ya a la cuantificación sino a la calificación del reclamo. Aun partiendo de una consigna común y cuya espontánea autoría es patrimonio popular, la diferencia es si se trata de solicitarle a la “clase política” un renunciamiento y llamado a una convención constituyente para que caduquen sus mandatos y se baraje de nuevo, o si se trata de construir una asamblea del pueblo que da por finiquitada una etapa, y libre y soberanamente reconstituye la república y sus formas y maneras de ser. Vista así la controversia es importante y saludable, es un necesario proceso de búsqueda y descarte de lastre, de contrapeso muerto, perimido. Las explicaciones críticas que brindaron, entre otras organizaciones, la Aníbal Verón y el Movimiento Teresa Rodríguez, no tuvieron tanta prensa como para habilitar creer que acotaron la participación popular, ésa que concurre por fuera de las organizaciones, entre amigos, vecinos y familiares, y que en las recientemente pasadas oportunidades del 24 de marzo o el 9 de julio fue numerosísima. Lo que frena es la desconfianza que se multiplica cuando en torno a la cuestión aparece una retórica desmedida.
Alerta con la militarización
El viernes pasado, mientras recién se desmontaban los
piquetes y movilizaciones en la periferia del Gran Buenos Aires, una llamada
telefónica a esta redacción de Surmedia
del director de una escuela secundaria distante 40 kilómetros del
obelisco porteño inquirió si había noticias de estado de sitio. La inquietud
había surgido entre estudiantes y educadores, y probablemente estaba disparada
por el anuncio de la firma en la capital de la Provincia de Buenos Aires, en La
Plata ese mismo día, del convenio de complementación entre las policías federal
y bonaerense, en conjunto con la Prefectura Naval y la Gendarmería. Estos
cuerpos tienen, de cuando dependían respectivamente de la Marina y al Ejército,
una estructura y un estilo “más” militar; la Gendarmería, por caso, todavía
comparte en Campo de Mayo instalaciones y también estilo de indumentaria e
instrucción con el Ejército, desde cuando fue el órgano armado creado por el
Estado para la vigilancia y el combate defensivo de frontera. Ahora, desde hace
dos décadas de manera cada vez más precisa, se lo ha concentrado –con gran
parafernalia que los asemeja a escuadrones de robocops– frente a las fronteras sociales interiores.
El vació que dejan en el perímetro territorial lo cubriría la tecnología, se dijo en algún momento cuando en la década de1990 se procedió a achicar y “perfeccionar” la estructura militar, pero ahora circulan rumores de que podría llenarse con boinas verdes o marines estadounidenses. Más adelante, por qué no, podrán adentrarse más todavía. La cancillería argentina, dirigida por el inefable Carlos Ruckauf, habilitó en estos días un procedimiento para otorgar “inmunidad diplomática” a estos destacamentos “técnicos” (en principio sería una compañía de 200 hombres armados con lo más moderno en equipos de guerra, incluyendo conexión satelital para cada uno).
Aquel encuentro en Montevideo
El año pasado en Montevideo hubo un misterioso encuentro
entre jefes militares de EE. UU., Uruguay, Chile, Paraguay y Argentina, que
tuvo muy escasa repercusión periodística salvo a través de agencias
alternativas y medios independientes. Luego en Chile trascendió que en
documentos de la Conferencia de Ejércitos Americanos se hacía previsión sobre
conflictos “étnicos” en la región patagónica andina con colectividades mapuches
(y por qué no habrán hecho previsiones similares para los altiplanos boliviano
y peruano, o los chacos y mesetas paraguayas, brasileñas o argentinas). Pasado
el 11 de septiembre del que en estos días se cumple el primer aniversario, en
Brasil se difundieron noticias respecto a operaciones “contraterroristas”
conjuntas –contenidas en el Plan Colombia, un continente muy amplio– que incluirían
a fuerzas sudamericanas y estadounidenses.
La publicación digital Misiones On Line, de la provincia homónima, viene hace meses alertando sobre acciones militares cada vez más complejas en ese territorio. Misiones tiene, por un lado, un famoso enclave de triple frontera con Paraguay y Brasil en el que se dice “pasan” cosas y, por otro, un medio ambiente ideal para la “aclimatación”, adoctrinamiento y práctica de contingentes militares. La publicación había advertido sobre preparativos en instalaciones militares para recibir mayores contingentes, y que “técnicos” del Ejército de EE. UU. ya estaban –cubiertos por un acuerdo de colaboración con el gobierno de esa provincia–, haciendo relevamientos y estudios sobre el dengue y otras enfermedades tropicales. En el cierre del reciente Foro Social Argentino, el 25 de agosto, uno de los participantes oriundo de esta norteña provincia mesopotámica relató al respecto: “...nos encontramos en el Parque Nacional Iguazú con militares yankees combatiendo al Dengue armados con pesadas ametralladoras”. Ahora la publicación digital, en la edición del pasado sábado 31, informa que se presume que los técnicos “armados con pesadas ametralladoras” podrían también haber experimentado vacunas inoculando población rural, cosa que no estaría autorizada por el convenio y que un legislador local, Carlos Báez, está investigando.
“Violan la soberanía, la autodeterminación y la integración latinoamericana”
Otra vez Misiones On Line y ahora ya varios diarios han puesto en evidencia este fin de semana pasado las proyectadas operaciones militares que se denominan “Ejercicio Combinado Anfibio” y “Ejercicio Fluvial VI”. Una organización continental que reúne abogados, la Asociación Americana de Juristas, está analizando críticamente y en profundidad la exigencia de inmunidad para las tropas estadounidense, es decir que no puedan ser juzgados en Argentina ni extraditados de Estados Unidos por la comisión de delitos a requerimiento del Tribunal Penal Internacional. Para satisfacer esa exigencia el gobierno de Eduardo Duhalde podría otorgar “estatus diplomático” al contingente militar en calidad de “personal técnico – administrativo”. Paralelamente, a través de los mensajes 1581 y 1582, el Poder Ejecutivo solicitó al Congreso autorización para el ingreso de esas tropas en el marco del artículo 75 de la Constitución Nacional.
Beinusz Szmukler, abogado argentino presidente de la citada Asociación
Americana de Juristas, manifestó a Surmedia que “todo esto constituye un mamarracho jurídico. Se trata
de disfrazar de mecanógrafos a soldados. La incongruencia burlesca es
manifiesta, ya que el ‘personal técnico - administrativo’ no necesita
autorización del Congreso para el ingreso al país. En consecuencia las
presuntas garantías son, a mi criterio, nulas de nulidad absoluta, inoponibles
a la justicia argentina. Además –expresó el jurista– esos ejercicios conjuntos
tienen por objetivo el entrenamiento de tropas argentinas para integrarse a
comandos de acción rápida, bajo dirección estadounidense, que actúen en
conflictos internos de cualquier país de la región, incluido el propio. Es
imprescindible que el Congreso deniegue la autorización pedida, por violatoria
de la soberanía nacional, el derecho de autodeterminación, y la integración
latinoamericana”.
La inmunidad –argumentaron en cambio fuentes de la
Cancillería a la agencia
ANSA– está amparada en la Convención de Viena sobre
Relaciones Diplomáticas de 1961. “Ese status –destaca el diario La Nación de
ayer– les garantiza inmunidad diplomática, algo que, de acuerdo con allegados
al presidente Duhalde, no es extraño. ‘Las tropas siempre se rigen por las
leyes de su país de origen. Si uno de sus miembros comete un delito puede ser
detenido en el país donde desarrolla su tarea, pero debe ser juzgado por la
justicia militar de su país’, destacó la fuente oficial.”
Mientras tanto se agitan las discrepancias populares
Un reconocido periodista argentino, Horacio Verbitsky, por
TV y en un diario volvió a referirse a la titular de la Asociación Madres
de Plaza de Mayo aludiendo a sus declaraciones en torno a los documentos
desclasificados que el gobierno de EE. UU. entregó, por la vía del canciller
Ruckauf, a organismos de derechos humanos. Los comentarios del periodista tocan
un tema sumamente sensible y en debate en el amplio espacio popular argentino
compartido por asambleístas, organismos de derechos humanos, piqueteros y
partidos de izquierda. Personalizar controversias en ese espacio provoca ruidos
que traban y perjudican el debate de ideas y la imprescindible unidad para
enfrentar situaciones difíciles, cambiantes y plenas de peligros.
Circulan y circularán correos ahora como cuando el primer round de intercambios protagonizados en oportunidad de los análisis sobre el suceso del 11 de septiembre de 2001. En aquel momento el historiador y escritor Osvaldo Bayer intervino para poner juicio, expresó la idea –se la cita de memoria nomás–, de que “los intelectuales están obligados a tener criterio en la defensa de sus tesis, pero respetando el papel que juegan quienes ponen toda su consecuencia vital en la lucha, y que no son intelectuales”. Lo contrario, más todavía si tiene tufillo a soberbia e ironía, juega mal. Un colaborador habitual de Surmedia, Hugo Alberto de Pedro, también participa de la nueva polémica.
Gervasio Espinosa (septiembre de 2002)
Posdata:
Aquel primer round de intercambios sucedió a los pocos días
de los hechos ocurridos el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, cuando tres
aviones se estrellaron contra las entonces existentes “torres gemelas”. Hebe de
Bonafini y otros miembros destacados de la Universidad Popular
de las Madres de Plaza de Mayo, equivocándose, dijeron algo así como que la organización Al
Qaeda y su jefe Bin Laden eran revolucionarios. Verbitsky les
retrucó de mala manera calificando a la casa de estudios como “academia” de
barrio. Ver http://www.pagina12.com.ar/2001/01-10/01-10-10/PAG19.HTM
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