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sábado, 3 de marzo de 2012

El hambre no se contagia. Exitosa operación; el paciente murió

(La presente nota, publicada originalmente el 24 de junio de 2002 en Surmedia, diario digital que en Uruguay dirigía Carlos Peláez, y luego republicada desde Buenos Aires por Luis Mattini en La Fogata digital, fue escrita ejerciendo la corresponsalía en Argentina de dicho diario digital oriental y refiriendo a hechos de aquella actualidad suramericana. Una década después creemos que en la misma geografía sirve para continuar debatiendo ideas, y creemos también que viene bien para los pueblos europeos que en un tris han redescubierto el hambre.)

La verborrea oral o escrita dice de contagio y pandemia. Dice de Brasil 1999, Argentina 2001, y Uruguay, Paraguay y nuevamente Brasil 2002. Habla de boomerang. Asimila para el caso a los “virus” cibernéticos que van veloces por las redes del mundo de un lado al otro. Pero igual que en el caso de la informática en esta crisis no hay virus, son programas que facilitados se implantan y regeneran. ¿Cuál es el paciente de la exitosa operación?

Setenta veces siete

La versión Billiken de la Biblia que puede consultarse en internet –sobre papel otrora la aprehendieron gobernantes sexa y septuagenarios del subcontinente (incluye la referencia a Jorge Batlle)–, refiere la anécdota entre Pedro y Jesús en torno al perdón que debe darse –dijo el maestro– “setenta veces siete”. La señera revista escolar que dirigiera Constancio C. Vigil antes que su hijo se dedicara para su beneficioso uso personal a la importación de autos Mercedes Benz adaptados para discapacitados cosa de eludir impuestos, cita la relación didáctica que Jesús le hiciera a su discípulo Pedro:

“Había una vez un rey que era muy bueno con sus criados y que a menudo les prestaba grandes sumas de dinero. Pero llegó un día en que hubo que actualizar las cuentas. Entonces, llevaron ante el rey a un criado cuya deuda era tan grande que resultaba imposible que pudiera pagarla. ‘Como no puedes pagarme lo que me debes’, le dijo el rey, ‘Voy a quedarme con todas tus propiedades y a vender a tu mujer y a tus hijos como esclavos’, concluyó. Desesperado, el criado se arrojó a los pies de su rey y le rogó: ‘¡Señor, ten piedad de mí! Dame algo más de tiempo y verás que consigo el dinero y pago la deuda’. El rey sintió tanta lástima por aquel hombre que le dijo que se levantara y se fuera tranquilo a su casa, porque le había perdonado la deuda. “El criado se fue feliz a su casa pero, mientras iba caminando, se cruzó con un compañero suyo que le debía una pequeña suma de dinero. Su felicidad desapareció enseguida y, tomándolo del cuello, le exigió que le pagara su deuda de inmediato. El compañero se arrodilló ante él y le suplicó: ‘¡Por favor, ten piedad! ¡Dame un poco más de tiempo y te prometo que te pagaré todo lo que te debo!’. Pero el criado no hizo caso a los ruegos de su compañero y consiguió que lo encarcelaran hasta que pagara su deuda. “Cuando los otros criados se enteraron de lo que había ocurrido, fueron a contárselo al rey. Éste ordenó que el criado se presentase ante él, e indignado, le dijo: ‘Cuando me pediste que te perdonara, lo hice. Pero ahora no perdonas a un hombre que te debe mucho menos de lo que tú me debes a mí. ¡Te mereces un buen castigo!’. Y entonces, el rey hizo que encerraran en la cárcel a aquel criado despiadado. ‘De la misma manera, es como mi Padre celestial los tratará a cada uno de ustedes si no perdonan de corazón a los que los ofendan, concluyó Jesús’.”

Anteayer, ayer y HOY, palabra de Duhalde

Según ayer domingo también refirió el diario Hoy de La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires, “El Gobierno [argentino] redobló su apuesta de solicitar a los países más desarrollados y a los organismos internacionales que asistan financieramente a la región sudamericana, tras la expansión de la crisis argentina que repercutió en los países vecinos, pero que amenaza con extenderse por toda la región. A modo de comandante de una nave que carga una inmensa porción de la Tierra, Eduardo Duhalde respiró profundo, sacó pecho y dijo: ‘En este momento Brasil necesita colaboración, porque es la novena economía del mundo, y su arrastre podría perjudicar a toda Latinoamérica’”.

El diario reflejó los dichos de Duhalde anteayer en su programa radial por LRA Nacional, esta vez desde Salta adonde fue a pedir calma a sus correligionarios (no hablo de la calma necesaria para dejar de golpear con la policía a reclamantes de comida, como sucedió el jueves 20 en la capital norteña). “Es evidente —dijo— que quienes prestan ayuda han cambiado la forma de actuar y está morosidad es también muy preocupante, porque cuando un país tiene un problema, como el que tenemos nosotros o Brasil, hay que atacarlo muy rápidamente”. Es transparente la alusión del presidente provisional, dice que el FMI y EEUU deben atacar a los países con problemas, pero aún así insiste con pedir clemencia, los setenta y siete perdones, como se ve: “Creo que la región tiene que insistir para que se entienda que debe ser apoyada y muy asistida por las dificultades que tiene”. “Para Argentina –dijo también Duhalde– no es una buena noticia que la región haya caído también en zozobras por contagio u otras razones. Si le va mal a un vecino, en este mundo globalizado, es posible que nos siga afectando tanto como nosotros estamos afectando a nuestros hermanos”.  

Contagio y pandemia

La palabra “contagio” se repite hasta el cansancio y deslinda responsabilidades. La enarbolan técnicos y “comunicadores”. Se dice que Brasil resulta “atacado” ahora por efecto “boomerang”: fue el primer país suramericano en devaluar en enero de 1999. Se difunde así una asimilación a la forma aleatoria de “contaminación” por virus de las computadoras, y entonces lo que hay que hacer es “blindarse” (con antivirus) con nueva “ayuda” (más dólares adeudados).

Estrictamente hablando no hay virus informáticos, los así llamados –se sabe bien– son programas que se implantan con objetivos explícitos o subrepticios aprovechando para su difusión y desarrollo el uso trastornado de los instrumentos (sean cibernéticos o de otro tipo, según el caso). Claro que hay otra acepción para la palabra contagio, se dice así de manera figurada de la “transmisión de sentimientos, actitudes, simpatías, etc., a consecuencia de influencias de uno u otro orden”. Si así se aplicara hay que identificar a los “vectores” de las tales influencias y definir sus intenciones. Si “la peste” causa estragos no alcanza con comentar los paliativos ni “ayudas” indemnizatorias como las que reclaman los subgerentes y martilleros del sur.

(Hay que repetir, en cada oreja, ante todos los ojos, que durante la última década del siglo XX los gobiernos gerentes –en riguroso orden alfabético– de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile y México, lista no excluyente, enajenaron de igual o parecida manera el patrimonio producido por el trabajo popular simulando un crecimiento económico ficticio mientras que los de Uruguay se ocupaban del negocio del “campus recreativo-vacacional” y las inversiones off-shore de los dilapidadores. Hay que repetir que fueron las dictaduras de plomo y desaparición de las décadas de 1970 y 1980 las que abrieron los surcos y fundaron el endeudamiento compulsivo original. Hay que repetir que no se trata ahora de pedir balas de miel y diazepam en lugar de las de metal o goma sino que hay que cambiar la historia: “si no se cambia todo, no se cambia nada”.)

Nosotros y los miedos

Luis Inácio Da Silva dice que de asumir la presidencia luego del próximo octubre va a respetar los compromisos adquiridos por Brasil; y Alberto Couriel, senador uruguayo por el EP-FA, que “si el Frente Amplio se quedase quieto, gana la elección del 2004, porque el presidente Batlle se basta con sus propios errores”. El santacruceño Néstor Kirchner –la pata peronista de una nueva coalición de (presumida) izquierda que sustentan los legisladores frepasistas bonaerenses ex comunistas Mosquera y Sigal– afirmó en un reportaje con Sergio Moreno (Página/12 del 23 de junio): “Para negociar con los organismos y reinsertarse en el mundo, cosa que hay que hacer sin ponerse colorado, debemos construir una Argentina sustentable”.

Es la lógica entre estancieros y puesteros mientras cunde el miedo entre la peonada. Más de los mismo. Hace falta que se rezongue fuerte, opina un paisano oriental de paso por este lado del estuario: “Decirles que los que jugamos abajo no lo vemos así, le vamos perdiendo miedo a la verdad y hay que actuar en consecuencia”.

Vale la mención

Hace exactamente 36 años atrás, un día frío como el de hoy, en junio de 1966 cayó el último presidente argentino “progresista moderado” y constitucional (aunque fue ungido con sólo veinticinco por ciento de los votos por la proscripción del peronismo). Vale la mención. No era un mal tipo y se llamaba Arturo Umberto Íllia. Con la moderación no alcanzó, tampoco alcanza ahora.

Refundaciones

“Recrear Argentina” y “Ahora Argentina” se llaman los esperpentos creados por Ricardo López Murphy y Patricia Bullrich, los que probablemente se fundan en una única propuesta multiuso: electoral o pro-golpe. El ex ministro de Defensa y luego de Economía (por un día) de Fernando De la Rúa, hasta el primer tercio de 2001, se dedicó este fin de semana a platicar en Madrid con los escuderos del presidente Aznar. La niña bien que fue montonera (pobre abuela, “¿por qué te hiciste peronista si sos tan inteligente?”, cuenta la nieta que le dijo un día) se quedó invernando prefiriendo el calor del hogar. Pretenden la refundación ahora para recrear la Argentina conservadora. Esta es “la nueva derecha”.

Una “nueva izquierda” procura ponérsele delante. Surmedia hoy reedita “Los proyectos políticos piqueteros”, nota tomada de Página/12 donde trabaja su autora la periodista Laura Vales. También se reedita del mismo diario –se recomienda la lectura de ambas notas– “Una plataforma para la economía de izquierda”, propuesta de la que participa el profesor de Sociología en la Universidad de Buenos Aires Claudio Katz, de quien –a pedido de lectores– se vuelve a publicar su artículo “Apostando al socialismo” ya editado a fines de mayo pasado.  

Deben ser los OVNIS, deben ser

Doscientos animales entre vacas, caballos ovejas y hasta un guanaco, desde la Patagonia hasta la sábana chaqueña y la mesopotamia, ya pasaron por el trance del eviscerado compulsivo aunque al parecer indoloro. Curiosamente se le extraen los órganos sensoriales y los reproductores. Hasta ahora organismos oficiales como el Senasa –que se ocupa de la sanidad animal–, y universidad nacionales en la ciudad de Tandil y en la Provincia de La Pampa, además de la Comisión Nacional de Energía Atómica, han observado el fenómeno pero no han encontrado más elementos de juicio que la certeza de que se trata de acciones inteligentes.

Julio Torreguitart, de nuestra redacción, está preparando un informe sobre la cuestión que Surmedia publicará esta semana. En su sureño Coronel Pringles, a 600 kilómetros de la capital argentina y donde reside y trabaja, hubo hasta ahora más de siete casos.

“Una oyente de radio se comunicó con la emisora y manifestó que la situación no es nueva, dijo que el fenómeno ya había sucedido con la llamada clase política, cuando a cada uno de la inmensa mayoría de sus miembros primero les extrajeron el cerebro, luego el corazón y por último las pelotas”, contó a las carcajadas Pablo Capanna, filósofo de las ciencias y especialista en la desmitificación del llamado fenómeno OVNI. Capanna, que está buscando más información en torno al suceso actual de los animales mutilados, se ha ocupado de recopilar datos sobre la vinculación cronológica de concretos hechos sociales y políticos mundiales con las “registradas” apariciones de extraterrestres haciendo estropicios; en un principio –dijo a Surmedia en comunicación telefónica– pensó que ahora podía tratarse de la acción de alguna pequeña secta esotérica, pero que la extensión geográfica de los hallazgos le presentaba dudas al respecto de la organización del fenómeno.

¿Será una más sofisticada acción de inteligencia? El antecedente más documentado de una situación similar se dio en Estados Unidos donde, al parecer, el FBI que participó de la investigación luego declinó hacer formulaciones al respecto. Sucedió en el último cuarto del siglo pasado cuando Ronald Reagan marchaba hacia la Casa Blanca de Washington para comandar en asociación con la inglesa "Dama de Hierro" la iniciación de la revolución conservadora global.

Operación exitosa

Por 1978 la noticia la dio una de las radioemisoras de Buenos Aires, las que sordas y mudas ante la plomiza actualidad regional reproducían despachos de cualquier colorido con tal que fueran originados en las agencias informativas de Estados Unidos. En una ciudad de ese país, se relató, muy exitosamente se había procedido a una operación quirúrgica de altísima y nueva tecnología; había gran satisfacción en el mundo académico y -concluyó el locutor-, el paciente había fallecido.

Gervasio Espinosa (junio de 2002)

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